
Les hablo de esto
porque últimamente he sentido que la CUP es muy coherente, pero más bien creo
que les pasa como a todos con los sueños infantiles.
La CUP quiere la
independencia (supuestamente), pero al mismo tiempo la revolución, “matar al padre”
políticamente, y hacerlo todo de forma asamblearia, sin ningún liderazgo.
De todas las
definiciones de la política, la que más me gusta es la que dice que la política
es el arte de conseguir aquello que es posible.

No les quiero
quitar merito, pero deberían aclarar por ejemplo qué revolución pretenden hacer
o si han tenido en cuenta que los verdaderos revolucionarios han resultado ser Bill
Gates o Steve Jobs, no Trotsky ni Bakunin, para no acabar en un pedregal que ni
ellos desean.
Por lo que se
refiere al liderazgo, cuando empecé a trabajar en sanidad, también yo pensaba
que no lo necesitábamos y que solo hacían falta sanitarios y enfermos. Cuando el
hospital cerró comprobé lo equivocado que estaba.
También sería
bueno que explicaran qué avances ha aportado a la sociedad una asamblea, qué descubrimientos,
vacunas, medicamentos, mejoras tecnológicas, sociales, políticas, etc. No hablo
de la generalización una vez creados, sino de su génesis, de la concepción original.
Deberían
aclararlo para alejar las sospechas de que la CUP es tan coherente y fiel con
sus propuestas como lo soy yo con el Lamborghini, porque aún me sigue gustando
aquella preciosidad plateada (¿a quién no?).
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