Mi padre, que fue al servicio militar en 1936, y vio que los que pedían defender España y la República, se levantaron contra el país y la bandera para imponer el fascismo con una guerra, decía que nunca podría hacerme una idea de lo mentirosos que eran los franquistas.
Pero gracias a la procés catalán, estoy viendo las muchas
mentiras que los impulsores del 155 han dicho para justificar lo injustificable:
la represión, la censura y la violencia estatal.
Y no se trata de mentirijillas piadosas, ni de exageraciones
de barra de bar, sino de falsedades descaradas, incluso ante las cámaras de TV,
explicando que lo negro es blanco aunque les desmientan las evidencias.
Si no me creen, ¿cómo llamarían a las declaraciones del
ministro Dastis, diciendo que las imágenes del 1-O eran falsas, mientras el periodista
extranjero le contestaba que las habían filmado sus propios técnicos?
Aseguran que los bombardeos de la aviación nazi en la guerra
civil fueron culpa de la República y que en la Transición hubo un referéndum
para escoger entre Monarquía o República, que nadie vio porque Suárez lo impidió
temiendo el resultado.
Ahora, los policías que declaran por el 1-O dicen que la
sangre era pintura, que daban puñetazos en la cara para calmar, que les atacaban
con paraguas que el juez no ve por ninguna parte y que el ojo de Roger Español
se lo sacaron otros votantes.
Son tantas décadas de mentiras que se las han creído, por
eso no ven la necesidad de pedir perdón por el franquismo, porque piensan que el
país se salva matando a más de medio millón de españoles, asesinado durante 40
años y mintiendo sobre todo ello.
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
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