No puedo entender como el Tribunal Supremo se ha prestado a
esta vergüenza de juicio al independentismo.
Alternativas tenían porque, en 1977 cuando el presidente
Suárez les pidió que se pronunciaran sobre la legalización del PCE, ilegal por
otras sacrosantas leyes inmutables, el TS se negó porque era un tema político y
no jurídico.
También en este caso los jueces y abogados saben, como saben
todos los españoles, que el juicio tampoco servirá para solucionar nada, sino
más bien para radicalizar posturas y alejar a más catalanes del proyecto de
España.
Desde la puesta en escena, hasta los supuestos delitos,
descartados por 4 países europeos, todo es un despropósito. El juicio es tan
esperpéntico que haría reír si no fuera porque los acusados se juegan décadas
de prisión.
Además, nadie puede creer que el TS, que se bajó los
pantalones en la sentencia de las hipotecas, en cuanto llamó algún banquero
indignado, sea imparcial en un tema como este, condenado públicamente por la
Corona cada vez que abre la boca.
Quizá los españoles no lo sigan demasiado, pero quien debe
estar mirándolo con lupa es la judicatura de Occidente, ya que no cada día ven
un juicio político en Europa por parte de un estado que no ha entendido la
democracia y que cada día recorta más libertades.
Si un hospital presumiera de tratar el cáncer con
sanguijuelas, por las ideas de un lunático, todos los sanitarios del continente
lo mirarían con recelo a la espera de los resultados, y cuando empezaran las
muertas, le condenarían sin paliativos.
Compadezco a los jueces y acusadores de buena fe, porque se
dejaron embaucar por la banda corrupta del PP, para que les hicieran el trabajo
sucio, y ellos serán los condenados por toda la judicatura europea.
ACUSO AL ESTADO POR LA FARSA DEL JUICIO AL INDEPENDENTISMO
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
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