¡Qué decepción la del Sr. Ruíz
Gallardón! De ser admirado, incluso por una parte del centro izquierda, ha
acabado mostrándose como uno de los ministros más obtusos del Gobierno y además
su gestión corre el peligro de ser el mayor desastre para la Justicia española
desde el inicio de la democracia.
No sé si es cierto aquello de que
“la Justicia es un cachondeo” como dijo el Alcalde de Jerez de la Frontera,
Pedro Pacheco, hace unos treinta años, aunque algo debe ocurrir cuando el mismo
Felipe González aseguró en marzo de 2010 que “La Justicia está hecho unos zorros por el ganao que hay dentro” y
añadió que “nos ha costado menos cambiar a las Fuerzas Armadas que a la
Justicia”.
Que en vez de afrontar la reforma de
esa parte tan esencial del Estado, al Sr. Ruíz Gallardón solo se ocurra poner
unas tasas abusivas, para evitar que los pobres puedan reclamar sus derechos,
es de las decisiones más decepcionantes de este Gobierno y como es natural tuvo
su respuesta en la paralización de toda la judicatura y la convocatoria de la
primera huelga huelga de jueces y abogados en toda la historia de España.
Ahora el Sr. Ruíz Gallardón vuelve a
la carga con la propuesta de centrar todos los juzgados en las capitales de
provincias y la decepción es de nuevo mayúscula al constatar la pobre idea de
España que tiene el ministro. Una decisión así sólo puede hacerla quien piense
que todo el país es como Soria (95.000 habitantes y casi la mitad en la capital,
dicho con todo mi respeto por los ciudadanos de aquella provincia).
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