Sr. José Bono
Ex - ministro de Defensa
Acabo de leer su libro “Diario de un
ministro: de la tragedia del 11-M al
desafío independentista catalán” y le confieso que me lo he pasado bien
porque nunca había visto a nadie sacando tantas cosas de contexto con un único
objetivo: el de darse autobombo para satisfacer su propia complacencia, aunque
para ello tenga que revelar algunos recovecos del estado o denigrar tanto a
compañeros como a adversarios políticos. Sin embargo el motivo de mi carta es por
una cosa que no me ha quedado clara y una puntualización que quisiera hacerle. 
Lo que no me ha quedado claro es a qué país se refiere cuando habla de las
grandes bondades y aportaciones de las Fuerzas Armadas (FFAA). Es evidente que
no piensa en España porque usted sabe que aquí las FFAA no han dejado de dar
golpes de estado en los últimos dos siglos y medio, el último en 1981, del
penúltimo prefiero no acordarme i, si es cierto lo que cuenta en su libro, estuvimos
a punto de tener otro en 2006, cuando se debatía el Estatuto de Cataluña en el
Congreso de los diputados.
La puntualización tiene que ver con la supuesta insolidaridad de los
catalanes. Nadie en Cataluña duda de la bondad y la necesidad de la
solidaridad, por eso la practicamos siempre que es necesario. Un buen ejemplo
es la Maratón de TV3, que recoge cantidades que otras iniciativas similares, a
nivel de todo el estado, no llegan ni a soñar. Sin embargo permítame que le
diga que un estado que hace que aquellos que se levantan temprano para trabajar
todo el día acaben siendo más pobres que los que se levantan tarde y se van al
bar, no es ni solidario ni justo. No reconocer ni recompensar el esfuerzo y la
productividad dista mucho de ser progresista y además acabara hundiendo al país
aún más en la mediocridad.
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