Barcelona siempre en el corazón |
En un tweet reciente Barack Obama decía que “nadie nace odiando a otra persona por el color de la piel o sus orígenes o su religión”, de una frase original de Nelson Mandela. Sin embargo el autor material del atropello de las Ramblas, Moussa Oukabir, ya aseguraba querer matar a todo el mundo a los 15 años.
¿Quién atentó el
jueves en Barcelona y Cambrils, cinco o diez jóvenes de entre 17 y 22 años? ¿O
los que les han llenado la cabeza de odio hacia todo lo que vive en este mundo
y de fantasías sobre un cielo exclusivo para los mártires de la guerra santa?
Debemos buscar, juzgar
y encarcelar a los verdaderos asesinos, es decir a los instigadores de la barbarie,
porque los autores materiales no son más que otras víctimas de esos criminales.
Una radicalización tan brutal y a tan tierna edad solo puede haber ocurrido en el
círculo más íntimo de los chicos o en Internet.
Digan lo que digan
los falsos progres, no se trata de racismo ni de islamofóbia, sino de luchar contra el crimen y defender la libertad, la
democracia y un estilo de vida, que atrae a muchos musulmanes de buena voluntad,
que son bien venidos si quieren vivir en paz.
Cuando
encontremos a los verdaderos criminales, los que manipularon a los muchachos,
quizá serán personas respetadas por su comunidad, que pasan desapercibidos a
las autoridades, que no han matado nunca ni a una mosca y mucho menos a una
persona, porque ellos no se manchan las manos, eso lo dejan a chicos ignorantes
de 17 años, pura carne de cañón prescindible.
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