Es sorprendente la manera
que tiene el estado de afrontar los problemas, tratando siempre de ocultarlos, de
evitar buscar responsabilidades, por si afecta a quien no toca, de manipular a
los españoles por considerarlos menores de edad a los que puede engañar
impunemente.
Me viene a la memoria
aquel país de finales del XIX, dormido por delirios de grandeza, hasta que el
estado ya no pudo ocultar más la decadencia, porque la había hecho pública la
pérdida de Cuba y Filipinas, despertándole de sus sueños imperiales.
O el desastre de Annual,
en 1921, cuyo investigador, Juan Picasso, autor del expediente que lleva su
nombre, evidenciaba que el problema había sido más la incompetencia española,
que la pericia de los rifeños de Abd el-Krim.
En aquella ocasión el
estado fue más allá porque, para ocultarle a los españoles la responsabilidad
del alto mando, incluido el propio monarca, impuso la dictadura de Primo de
Rivera que lo tapó todo.
Paso por alto el mayor
engaño de nuestra historia, el que asegura que el golpe de estado de 1936, el
asesinato de españoles durante 40 años y el aislamiento del país fue un acto de
patriotismo, por respeto al lector, al que considero incapaz de tragarse tales
patrañas.
Pero ahora, en pleno
siglo XXI, al perder Cataluña el estado vuelve a ocultar, engañar y manipular sobre el
atentado de Las Ramblas, con la complicidad de unos medios de comunicación que callan
la relación del gobierno con el cerebro del atentado, a sueldo del
CNI.
Decía Ramiro de Maeztu,
de la generación del 98, que “…España se nos aparece no como una afirmación ni
como una negación, sino como un problema”. Ciertamente el problema de los
españoles siempre ha sido España, o mejor dicho este estado que nos manipula y desprecia.
ACUSO AL ESTADO POR LA PERSECUCIÓN
AL INDEPENDENTISMO.
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
VIVA LA REPÚBLICA
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