Con tristeza descubrimos que el Estado solo quería la democracia
como maquillaje, para perpetuar los privilegios que los vencedores de la Gran
Traición de 1936 se otorgaron por derecho de conquista.
Cataluña ha cometido errores, pero el más importante es reconocer
al Estado como una democracia normal. Ha llegado la hora de explicarle al mundo
lo que es en realidad.
El Estado español es el búnquer donde se han refugiado los
últimos fascistas de la primera mitad del siglo XX y sus cómplices, que siguen
controlando nuestras instituciones.
Hay que denunciarlo como el último gobierno del Eje, que
quiso destruir la Libertad y la Democracia, y exigir que sus altos responsables
sean juzgados por tribunales internacionales, como se hizo en Nuremberg, ahora
que la Guerra Fría, por la que se reconoció, ha terminado.
Hemos de recordarle al mundo que este Estado solo ha querido
perpetuar el franquismo, no integrarse en el concierto de las naciones, por eso
no cumple con las sentencias de la ONU ni los tratados que firma, como el Pacto
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Juicio de Nüremberg |
Nunca ha sido su intención colaborar con Europa. Si firmó el
tratado fue por lo que podía sacar de provecho, por eso lleva décadas
bloqueando el corredor mediterráneo y ahora bloquea el proyecto del vehículo
autónomo por la AP7.
Cataluña debe liderar el movimiento a favor de la
legitimidad republicana, de una nueva constitución libre de chantajes e
implantar una hacienda propia para dejar de financiar a este fascismo y a los
herederos cómplices de la dictadura.
Igualmente debe promover una reforma de la Judicatura, exigiendo
un juicio internacional a los jueces y fiscales que, como estamos viendo los
últimos meses, son más garantes del régimen que valedores del Derecho y la Justicia.
ACUSO AL ESTADO POR SU PERSECUCIÓN
AL INDEPENDENTISMO
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
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