Hay muchas cosas
que hay que cambiar en este país: la constitución, la ley electoral, las instituciones,
limitar a dos las legislaturas, cerrar diputaciones y Senado, transformar partidos
políticos, eliminar corrupción, cumplir los mandatos de la ONU, diseñar una
política internacional y muchas más, es decir que tenemos un trabajo de miedo,
si queremos que algún día nos tomen en serio en el mundo.
Por eso me sorprende
que nuestros políticos, en vez de abordar estos cambios, se dediquen a generar problemas
allí donde no los hay, como si hubieran tirado la toalla ante las decisiones importantes
pero quisieran recordarnos que siguen siendo los amos de la paradita.
La ultima estupidez
del gobierno del PP ha sido que los mayores de 65 años no puedan ingresar más
de 9.900 Euros bajo ningún concepto (escribir un libro, hacer una obra de arte,
dar clase o hacer una asesoría), porqué entonces perderán la pensión que se han
ganado a lo largo de su vida laboral.
Si son capaces de
hacer una lengua por decreto, como hicieron con el valenciano, sin que se les caiga
la cara de vergüenza, no debería extrañarnos que ahora pretendan que, por la misma
vía, no necesitamos para nada la experiencia y el conocimiento de los jubilados.
Una gente que
aplica un 4% de IVA a la pornografía y un 21% a la cultura, tanto les da quedarse
sin Premios Nobel como Camilo José Cela (premiado a los 73 años), José
Echegaray (a los 72) o Juan Ramón Jiménez (a los 75), porque no les interesa que
la gente piense ni que tenga iniciativas.
Son como los caciques
que nos echaron de Andalucía, interesados únicamente en que cuando salen a
caballo todos los demás vayan a pie. Es inútil explicarles que con un poco de
flexibilidad todo el mundo, incluidos ellos, podrían vivir mejor, siempre se
opondrán para evitar que alguien más pueda ir también a caballo. Los ciudadanos
no nos merecemos unos dirigentes tan mezquinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario