sábado, 14 de julio de 2018

Primero lo primero (Castellano)


Les aconsejo que vuelvan a ver la película “¿Vencedores o vencidos? El juicio de Nuremberg”, no solo por la excelente interpretación de esos gigantes del cine que eran Spencer Tracy, Burt Lancaster o Marlene Dietrich, sino porque es muy ilustrativa de lo que debería haber ocurrido en España pero no ocurrió.

Como recordaran, la película no trata de los juicios a los grandes criminales nazis, sino que se centra en los que le dieron una cierta legalidad al nazismo: los jueces que colaboraron con aquel régimen por convicción o porque tenían una familia que mantener.

Les cuento esto porque el gobierno de Madrid parece estar pensando seriamente en sacar a Franco de ese monumento al dictador que es el  Valle de los Caídos, con el argumento cierto de que Alemania no tiene monumentos a Hitler, ni Italia a Mussolini.

Y es que cuando esos dos países se dieron cuenta de la aberración que era el fascismo, lo juzgaron y lo erradicaron de su vida pública y jurídica, por eso no permiten ni los monumentos ni los tribunales fascistas.  

España, al no haber superado el franquismo, no lo ha juzgado ni eliminado, por eso no solo mantenemos sus monumentos sino algo mucho peor, sus tribunales de justicia con nombres actualizados, como el infame Tribunal de Orden Público, reconvertido en Audiencia Nacional.

¿Creen que la actual Alemania hubiera permitido que existiera un tribunal politizado con jueces como los que se juzgan en la película, nombrados a dedo por sus ideas políticas y no por sus cualidades jurídicas? Pues España no tenemos uno sino dos: la Audiencia Nacional y el Tribunal Superior de Justicia.

Si el gobierno del Sr. Sánchez de verdad quiere hacer un buen servicio a España y a los españoles, antes de sacar un muerto de su tumba debería cerrar esos dos tribunales.

LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS, 
ENCARCELADOS SIN HABER COMETIDO NINGÚN DELITO 

VIVA LA REPÚBLICA

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