En el capitalismo
real, el dinero se gana como resultado de ofrecer buenos productos o servicios,
y cuanto mejor sean, cuanto más atractivos y más contentos queden los clientes,
más dinero se puede ganar. Por eso APPLE vende tanto, porque crea productos de calidad,
atractivos y satisfactorios a los consumidores.
En cambio aquellos
que quieren engañar a todo el mundo, acaban desapareciendo. Por eso ya no
existe ZETTA, que presumía de fabricar móviles en Extremadura cuando en realidad
los compraba en la China y les doblaba el precio, después de ponerles una pegatina
y de cambiarle el envoltorio.
El problema aparece
cuando se pervierte este principio, premiando precisamente por engañar al
personal, porque eso no solo reduce la satisfacción de los clientes, al tener
que consumir productos y servicios peores; sino que elimina el estímulo de la empresa
a mejorar e impide que prosperen entidades con verdadera vocación de servir.
Dos ejemplos: ¿Qué
incentivo tienen los bancos a mejorar, si hemos dado 60.000 millones € a aquellos
que han estafado más a los clientes? ¿Porque tendría que hacer un buen proyecto
el Sr. Florentino Pérez, si cobra 1.300 millones € de Castor i 450 millones € del
Túnel de Le Pertús, por no haber planificado nada?
Si hubiéramos dejado
caer a Bankia, como en EEUU hicieron con Lehman Brothers, no solo nos habríamos
ahorrado mucho dinero, sino que hoy todos los bancos se habrían saneado, ofreciendo
confianza con productos serios y competitivos, en vez de estar en una carrera para
ver quién es más inmoral, como proclaman tantas sentencias judiciales.
Y si les recordáramos
a todos les Florentinos Pérez del país que en el capitalismo se deben asumir riesgos
de verdad, harían una buena planificación de sus proyectos para asegurarse el
éxito, evitándonos tomaduras de pelo como las mencionadas, las autopistas de
Madrid y tantas otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario