Que la política española está enferma solo puede dudarlo
quien viva de la misma o quien no vea noticias ni escuche a los “padres” de la
patria (aunque llamarles así me parece exagerado).
La histeria se ha desatado por la voluntad del gobierno
central, de entablar un dialogo con el de la Generalitat y poner un mediador en
las conversaciones, lo que ha llevado a Pablo Casado a decir que la agenda
catalana es ETA (asociación curiosa y gratuita).
¿Recuerdan cuando Aznar negociaba con los “libertadores del
pueblo vasco” a través de un mediador? Pues, a la vista de la reacción del iletrado
líder popular, aquello solo era una enajenación mental producida por hablar
catalán en la intimidad.
La mediación se hace en todo tipo de
conflictos, desde laborales, como la huelga de los controladores aéreos; a
bélicos, con las FARC de Colombia o el IRA de Irlanda; hasta los más próximos,
como los matrimoniales.
Todo el mundo usa mediadores, bueno todos menos Felipe González que, según el coronel Amadeo Martínez Inglés, prefirió crear el GAL, en 1983, después de que Suárez lo rechazara de pleno en 1979.
La derecha dice ahora que
los independentistas somos nazis, supremacistas y terroristas, pero nunca nos llaman
franquistas ni falangistas, será para no confundir a su electorado.
Si creen eso, a pesar
de ser un proceso pacífico y democrático, deberían aclarar como lucharan contra
él porque España ha empleado diversos métodos contra el terrorismo, desde la tortura
y el asesinato hasta el dialogo.
Si alguien duda de si
es mejor la represión o la negociación, le recuerdo que, según Pilar Urbano, nunca
hubo tantos afiliados a ETA como después de dictar las sentencias de muerte en
el Proceso de Burgos, en cambio Aznar acabó con ella negociando.
Referencias
Amadeo
Martínez Inglés: El rey que no amaba los elefantes (pág. 331 a 333)
ACUSO AL ESTADO DE REPRESOR CON EL INDEPENDENTISMO
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
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