Para justificar la convocatoria de elecciones el PSOE y el PSC
aluden al mantra de culpar al independentismo.
Pedro Sánchez se fue de la mesa del dialogo con la
Generalitat unos días antes de la manifestación de Madrid, al creer que
continuar le restaría votos si las derechas llenaban la Plaza de Colón.
Cuando vio que habían pinchado, se acordó de que a su
izquierda Podemos también estaba casi en quiebra técnica, por el paso de
Errejón a la lista de Manuela Carmena.
Como todos los adversarios tenían el pie cambiado, no
tardaría ni un segundo en decidir convocar elecciones, ya que retrasarlas para volver
a negociar con los independentistas, suponía perder votos por la catalano-fobia
y darles tiempo a todos para recuperarse.
Ahora dicen que la culpa es de los independentistas, que no
han votado los presupuestos, pero los socialistas han ido de la mano del PP y
C’s en todas las decisiones que afectan a Cataluña, incluida la aplicación del
155, ¿no deberían culpar a sus socios de siempre?
También dicen que tener presos políticos y exiliados no debe
influir en el voto catalán. ¿Si los presos fueran Felipe, Guerra, Rubalcaba y
otros prohombres socialistas, les dejarían en la estacada por seguir unos meses
más en los cargos? ¿Tan miserables son?
Hace tiempo que los partidos les deben una disculpa a los
españoles porque sus peleas de parvulario han destrozado al país, lo han
arruinado e hipotecado y ellos siguen tan ciegos por el poder que olvidan que
han de servir a España, no servirse de ella.
El gran peligro no es el independentismo, sino la
desafección de los ciudadanos por una política cada vez más mediocre, barriobajera
y ajena a los problemas reales de la gente, que ya ha hecho entrar a VOX en las
instituciones.
ACUSO AL ESTADO POR LA FARSA
EN EL JUICIO AL INDEPENDENTISMO
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
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