De esas “izquierdas” que se llaman a sí mismas progresistas y presumen de superioridad moral por ser ecologistas, antirracistas, feministas y llenarse la boca con que hay que “combatir” a la extrema derecha.
Hablan todo el día del cambio climático pero son incapaces de responder a por qué, en un planeta que ha tenido al menos 5 glaciaciones, solo puede haber una temperatura buena: la que nos va bien a nosotros.
Se proclaman antirracistas y están a favor de la llegada de personas sin papeles, por eso no ven problema en el hecho de que una clase de infantil tenga hasta un 30% de niños que no hablan siquiera el idioma.
Como feministas no les importa que el asesinato de Yaiza, de 4 años, a manos de su madre, para hacerle daño al padre, no sea calificado de violencia vicaria porque quien la mató fue la madre. Insisto, 4 años.
Tienen un discurso beligerante, propio de los años 30 del siglo pasado, para hablar de adversarios políticos, porque quizá no han entendido que en democracia hay que confrontar ideas.
Por supuesto, no harán ninguna autocrítica, porque cuando uno está en posesión de la verdad y de la superioridad moral, no hay que rectificar, son los demás (los votantes) los que se han equivocado.
Mientras tanto, VOX saca casi el doble de votos que Comunes y tres veces más que la CUP. Parece que algo de su discurso no les llega a los votantes. A buen entendedor…
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