El suceso me ha recordado otro parecido, de 1969, ocurrido en un restaurante de Los Ángeles de San Rafael (Segovia), que el autor Mariano Sánchez Soler menciona en su libro “Los ricos de Franco”.
La imprudencia temeraria del propietario, Jesús Gil y Gil, hizo que el restaurante se viniera abajo abarrotado de comensales. Las obras habías sido realizadas por el propio Gil, sin permisos ni cálculos de ningún tipo.
El techo se desplomó sobre 500 personas porque el cemento no había fraguado, la argamasa estaba blanda, el salón seguía a medio construir, los obreros habían tapado con lonas las ventanas y tabiques sin rematar.
El resultado: 58 muertos y 150 heridos. Eran tiempos de imprudencia e improvisación, en que nadie paraba una obra ilegal, quizá por connivencia con funcionarios corruptos. ¿Les parece que hemos avanzado?
El futuro presidente del gobierno, Adolfo Suárez, era el Gobernador Civil de Segovia, y presidía la Comisión Provincial de Urbanismo, por lo que temió que se le acusara de ser el responsable político del desastre.
Jesús Gil, 26 meses de cárcel por 58 muertos (menos de 15 días por cada uno de ellos) |
Mientras aún sacaban cadáveres, Suárez, irritado y fuera de sus casillas, protagonizó un violento forcejeó con Jesús Gil, durante el cual el constructor quiso quitarle la pistola a un policía, no se sabe con qué intención.
Jesús Gil pasó 26 meses en prisión hasta ser indultado por el dictador. El asunto se zanjó indemnizando a las víctimas y así pudo seguir su carrera de boyante promotor inmobiliario, alcalde y presidente de clubs deportivos.
Se indultaba a los afines al régimen, aunque fuera a costa de un montón de muertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario