Cuando una ideología defiende que hay niños muertos de 4 años de primera y de segunda, hay que erradicarla por el bien de la sociedad, aunque sea la versión oficial amparada por ley.
Los males que ha traído la Ley de Violencia de Género: injusticia en derechos fundamentales, discriminación, enrarecimiento de la vida familiar…, se justificaron porque reduciría las mujeres asesinadas. ¿Lo ha conseguido?
Cuando estudié los datos para mi libro “Un país sin manual de instrucciones”, en los 4 años anteriores a la Ley (1999 a 2002), hubo 55’25 mujeres asesinadas anualmente por sus maridos.
Hoy el Ministerio dice que en estos 21 años (2003 a 2023) de la Ley han muerto 1.195 mujeres, es decir, 56’90.
Después de 21 años, de invertir miles de millones de euros y colocar a miles de feministas radicales en cargos a medida, las mujeres salvadas son: CERO.
Pero la Ley olvida demasiadas cosas, por ejemplo:
.- Olvida a las ancianas maltratadas (son la mayoría), lo cual desmiente que al feminismo radical le interesen las mujeres.
.- Olvida a los menores. El Ministerio de Justicia reconoció, en 2022, 50 filicidios en 15 años, 26 asesinados por la madre y 24 por el padre. Por tanto, en 21 años son 70 niños muertos (la mayoría “de segunda” como Yaiza).
.- Olvida a los hombres asesinados por sus esposas, que eran 40 anuales cuando publiqué mi libro antes mencionado, por tanto en 21 años son 840.
.- Y olvida a los hombres que se suicidan durante una separación (630 en 2006), es decir que en 21 años, se han suicidado unos 13.230.
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