Los socialistas españoles han hecho el negocio de Roberto de
las cabras al perder, casi en una sola tirada, Cataluña y Andalucía, pero que
ahora lo atribuyan a un complot del mundo mundial, y concretamente al independentismo,
demuestra un infantilismo impropio.
En Cataluña, ¿de verdad creían que podían ir de la mano del
PP y C’s a las cloacas de la Justicia a pedirles que impidieran votar a los
ciudadanos y que les saldría gratis?
¿Que podían defender, en una democracia, que votar sea
ilegal y apalear ancianas ante las urnas sea legal, porque lo dice una norma
que se hizo bajo amenaza de golpe de estado, y que la gente lo compraría?
Y en Andalucía, ¿creían que podrían seguir con la misma política,
que ha olvidado las necesidades de los andaluces, porque la red de clientelismo
corrupto y servil que tienen montada allí desde hace 40 años ya les proporciona
votos suficientes?
¿De verdad creían que a los andaluces no les importaría
seguir con un 70% de paro juvenil y la menor inversión en educación de toda
España, que condena a sus hijos a la pobreza y a la ignorancia, a cambio de una
subvención de miseria?
Pero nada de eso ven los causantes del desastre. Solo ven la
paja en el ojo ajeno, por eso Susana Díaz se lamenta de que tenía que haber
hablado más de Cataluña, como si no tuviera otros problemas.
No harán autocrítica porque son incapaces, ni tienen la humildad
necesaria, por eso seguirán con la cantinela de culpar a Cataluña.
Esperemos que llegue pronto la independencia porque entonces
quedará claro que los problemas son suyos, la mala gestión ha sido suya, quien
ha mantenido a los andaluces en la miseria han sido ellos y los culpables de la
debacle solo ellos.
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
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