Vaya por delante mi solidaridad con todas las personas maltratadas
en el hogar, pero ya era hora de que se cuestionara la “ley de violencia de
género”, una norma que por sus “olvidos” está dañado incluso a las propias
mujeres maltratadas.
Sí, a las mujeres porque, por más que nos pese, el prototipo
de mujer maltratada es una anciana de más de 75 años, y quien la maltrata no es
la pareja sino el cuidador, sea hombre o mujer, porque los maltratadores vienen
en los dos sexos.
La ley también “olvida” a los más sufren de maltrato, que
son los niños. Y, por supuesto, a los hombres que mueren a manos de
sus parejas, así como a los casi 3.600 suicidios anuales (75% hombres), muchos de
ellos durante procesos de separación matrimonial.
Los impulsores de la ley creían que la única manera de
defender los derechos de las mujeres era disminuyendo los derechos de los
demás, por eso, tras lograr la igualdad jurídica de los españoles en décadas,
esta ley vuelve a instaurar la desigualdad, ahora por razón de sexo.
La manipulación ha sido enorme desde su puesta en marcha,
acusando de machista cualquier crítica. Se abandonaron por molestas las
estadísticas de hombres muertos por sus parejas y de suicidios de ambos sexos, y
seguimos sin datos de ancianos y niños maltratados.
El resultado es una ley que no se sabe si lo que pretende es
defender a las mujeres o condenar a los hombres, pero que no resuelve la
violencia doméstica, porque un problema tan poliédrico no se soluciona viéndolo solo desde un punto de vista.
Si ya es lamentable que los partidos políticos, por temor a ser
acusados de machistas, hayan permitido que vea la luz una ley así, que no
soluciona nada, más triste es que haya tenido que ser VOX quien abra el debate.
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
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