Como a raíz del proceso catalán se inician con frecuencia
discusiones sobre si las leyes hay que acatarlas todas y en todas
circunstancias, o no, les propongo un ejercicio con algo tan alejado de la
ideología como las energías renovables.
Aunque España es un país riquísimo en estas, por su sol, viento
y más de 7000 Km de costa, el estado sigue apostando por los combustibles
fósiles que no tenemos y hay que pagar a precio de oro.
Esto, que no tiene ninguna racionalidad económica, solo se explica
por la presión que ejercen las grandes energéticas sobre los gobiernos de todos
los colores, contratando ex altos cargos a cambio de mantener privilegios cada
día más inconfesables.
Así, el gobierno del PP, hizo una ley que exigía pedirle
permiso a las eléctricas para poner una instalación fotovoltaica en casa,
impedía compartirla entre vecinos, imponía trámites de hasta 1 año para
autorizarla, cargos, peajes, multas. etc.
El resultado es que en España, pese a su potencial
energético, pagamos la energía más cara de Europa y solo tenemos unos 1000
casos de autoconsumo, mientras en Alemania hay más de 1 millón de autoconsumidores.
Volvamos al principio. ¿Hay que acatar siempre todas las
leyes?
Si están hechas para mejorar la convivencia, proporcionar
progreso y prosperidad a los ciudadanos, creo que sí. Pero si están hechas por
una banda corrupta, que busca su beneficio, incluso en contra de los ciudadanos
y de los derechos humanos, ya no estoy tan seguro.
Si la ley es la panacea, ¿por qué durante la transición
cambiamos las leyes franquistas que también se consideraban sagradas e
inamovibles? Nuestra obligación y responsabilidad, como ciudadanos libres en
democracia, es cuestionar al estado y las leyes para evitar abusos del poder.
ACUSO AL ESTADO POR EL JUICIO FARSA AL INDEPENDENTISMO
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario