He leído en alguna parte que una constitución sirve para
dotar a los servidores públicos de herramientas con las que proteger, respetar,
promover y garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Me pregunto si una constitución como la nuestra, que se hizo
bajo el chantaje de un nuevo golpe de estado, que finalmente materializaron el 23-F,
también sirve a ese propósito.
Ya es difícil darle legitimidad al texto si pensamos que
cualquier pacto al que se llegue con un mafioso, como resultado de la amenaza
de muerte contra uno o contra sus hijos, sería ilegítimo y se declararía sin
valor en cualquier parte del mundo.
También sería ilegítimo en todas partes un texto que sirve
para fijar el capricho de un dictador asesino que reprimió a su país durante
décadas.
Tampoco parece que respete mucho los derechos de los
ciudadanos una Carta Magna que no se puede cambiar para que el 80% de los
catalanes se expresen en un referéndum, pero sí se cambia en 15 días para
asegurar que se paguen los intereses a los bancos alemanes.
Aún más chocante resulta que ahora quieran volver a cambiarla
para que la princesa sea reina, pero no para preguntarnos a los españoles si queremos
monarquía o no.
Luis XIV el Rey Sol |
Se pretende que todos somos iguales, pero la Constitución
deja claro que el Jefe del Estado es inviolable, irresponsable y que no se le
puede ni investigar, haga lo que haga, unos privilegios absolutistas más
propios del Rey Sol, que de un monarca moderno.
Y el colmo del cinismo es que todo el mundo recuerda esa
inviolabilidad pero nadie recuerda que, según el artículo 64, de las acciones
del monarca serán responsables quienes las hayan refrendado: el presidente del
gobierno y el ministro del ramo correspondiente.
ACUSO AL ESTADO POR SU
PERSECUCIÓN
AL INDEPENDENTISMO
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
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