En una entrevista a
una TV de habla hispana, el presidente Pedro Sánchez ha asegurado, sin
sonrojarse ni que se le escape la risa, que Felipe VI representa a la II
República.
Quizá lo que necesitamos
es un Diccionario que traduzca lo que dice el Estado al lenguaje normal, porque
este Estado lleva décadas inventándose términos.
Para empezar, le siguen
llamando “Movimiento Nacional” a lo que fue la mayor traición a España de nuestra
historia. Y le siguen llamando “Cruzada de Liberación” al asesinato de más de
medo millón de compatriotas.
Los golpistas y sus
cómplices siguen autoproclamándose “nacionales” convirtiendo a los demás
españoles en enemigos o al menos en sospechosos hasta que no se demuestre lo
contrario.
Al mayor golpista
le bautizaron como “Caudillo por la gracia de Dios”. A la represión le llamaron
“años de paz”, y a los millones de pobres, víctimas de la guerra y de su pésima
gestión, “vagos y maleantes”.
A los tribunales políticos,
cárceles y fusilamientos contra quien pedía pan, trabajo y libertad, le
llamaron “justicia”. Y a la incultura, el hambre y la miseria, la llamaron
“unidad nacional” y “destino en lo universal”.
Para asegurarse de mantener los privilegios y seguir robando, a la muerte del dictador, le regalaron el país a una familia que vive de privilegios y que hemos echado de España tres veces por ladrones. “Transición” la llamaron.
Hace décadas que
oímos conceptos a los cuales los golpistas y sus cómplices le dan significados
grandilocuentes para que olvidemos sus fechorías, y cuando creíamos que aquello
estaba acabando, sale Sánchez y nos suelta la frasecita.
Quiero creer que ha
sido un despiste, porque es mejor que pensar que nos está tomando el pelo, como
hicieron siempre.
ACUSO AL ESTADO POR SU PERSECUCIÓN
AL INDEPENDENTISMO
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
VIVA LA REPÚBLICA
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