La política de la dictadura: negarlo todo |
A todos ellos les iría bien leer sobre la contaminación
radiactiva ocurrida en el Manzanares, el 7 de noviembre de 1970, y ver el muro
de silencio que impuso el régimen para que esos españoles de bien no se
enteraran de lo sucedido.
El Centro Nacional de Energía Nuclear Juan Vigón, inaugurado
en 1958, contenía un pequeño reactor donado por los EEUU, que servía para
formar a los técnicos que luego operarían en las centrales nucleares que se estaban
construyendo.
En la fecha mencionada, mientras se trasvasaban 700 litros
de desechos de alta radiactividad para ser reciclados, la fuga en una válvula
provocó el vertido de parte del mismo al rio y los técnicos, en vez de
informar, se fueron de fin de semana.
La contaminación siguió por el Jarama, hasta que fue
detectada en el Tajo a su paso por Lisboa, lo que estuvo a punto de generar un conflicto
diplomático.
A nivel interno se ocultó todo para que los españoles no se
enteraran de nada. No se prohibió el regadío de los huertos colindantes ni se
impidió la venta de frutas y hortalizas regadas con agua radiactiva.
Cuando se secaron los huertos, se dijo que era por un
vertido de gasoil; y cuando se compraron hortalizas para enterrarlas, dijeron que
eran para un nuevo tipo de pienso.
Lo que nos pasa, con Franco ya pasaba, pero no nos
enterábamos por la censura y la irresponsabilidad de la dictadura, por ejemplo,
no se hizo estudio epidemiológico sobre el impacto del vertido, así que no
sabemos los afectados, ni las muertes o cánceres ocasionados.
BASTA DE REPRESIÓN
AMNISTÍA PRESOS POLÍTICOS
AUTODETERMINACIÓN
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