El Duque de Lerma |
¿Han oído hablar del Duque de Lerma, que fue el valido de
Felipe III? El rey le delegó la gestión del Estado, y él lo aprovechó para
hacerse rico con el tráfico de influencias y la corrupción.
Hasta convenció al monarca para cambiar la capital a
Valladolid, pero solo después de comprar a bajo precio todos los terrenos y
palacios de aquella ciudad, para aprovecharse del alza de precios que supondría
instalar allí la Corte.
Unos años más tarde volvió a convencerle para que devolviera
la capital a Madrid, cuando ya había comprado todas las fincas y palacios habían bajado de valor al dejar de serlo.
El Estado sigue en manos de los herederos de aquel
embaucador, y ello explica buena parte de los problemas que padecemos, por ejemplo,
que al PP le haya costado tan poco convertirse en el partido más corrupto de
Europa.
Felipe III. |
A estos aprendices de Lerma solo les preocupa enriquecerse a
costa de los españoles, pero para ello necesitan básicamente tres cosas: Primera,
un pueblo engañado con patrias y banderas; segunda, un monarca como Felipe III;
y tercera, aislar al país para que los ciudadanos no tengan con qué comparar su
pésima gestión.
Para hacer frente a la primera dedicamos poco dinero a una educación
acrítica y que oculta episodios enteros de nuestra historia, sobre todo la
Gran Traición de 1936.
Para afrontar la segunda Franco eligió a una persona
concreta, no al heredero legítimo de la corona, Don Juan, y además le amenazó hasta
el final con nombrar rey a su primo Alfonso.
Y para la tercera han empleado todos los medios que les ha
hecho falta, desde la Inquisición, para impedir que viéramos las ideas
protestantes, hasta el ejército con sus repetidos golpes de estado, y siempre la Judicatura.
BASTA DE REPRESIÓN
AMNISTÍA PRESOS POLÍTICOS
AUTODETERMINACIÓN
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