Uno de esos vicios es el uso de la mentira, tanto en las campañas electorales como en el ejercicio
del poder y en la
oposición. En España y en Cataluña los políticos nos mienten sin
avergonzarse y sin ningún tipo de rubor y lo hacen porqué esta práctica es
tolerada, admitida y recompensada por la ciudadanía desde hace décadas.
Aquí hace años que no votamos a los
más capacitados o a los que tienen mejor programa electoral sino a los que nos
regalan mejor los oídos con promesas de obras faraónicas, de fiestas y de
subvenciones indiscriminadas, y no queremos saber si las propuestas son lógicas
y coherentes ni de donde saldrán los dineros para hacerlas posibles.
Les hemos acostumbrado tanto a que nos engañen que ellos
han creído que podían tratar a todo el mundo de la misma forma prepotente, chulesca
y chapucera como nos tratan a nosotros así que han empezado a no distinguir cuando
mienten para el consumo interno o para los de fuera de casa. ¿Recuerdan aquello
de que la economía española había atrapado a la francesa, y
que la alemana fuesen dejándonos pista? Link1 ¿O aquello de que el sistema bancario español
era el mejor del mundo? Link 2
Por eso mismo el Sr. Rato se paseaba por todas partes
diciendo que Bankia era el mejor banco del mundo y el más solvente. Pero,
créanme, si tienen un banco que pierde más de 3.000 millones de euros al año y un agujero de más de 25.000 millones de euros no se hagan el gallito porque,
quizá a los de casa les podrán engañar, pero los de fuera, los que de verdad
pueden invertir dinero en su banco, les verán venir de lejos.
¿De verdad alguien se extraña de que unos bancos,
creados por los políticos para que les ayudaran a ganar las elecciones, financiando
obras en las que nunca habría invertido nadie con sentido común, ahora estén en
la bancarrota?
El punto culminante de este desprecio por la verdad y
por la dignidad democrática del país tuvo lugar cuando, en el año 2007, uno de los
candidatos quiso comprar nuestros votos por 400 euros ¡y nosotros le dimos la
mayoría para gobernar! Si valoramos tan poco nuestra dignidad democrática, ¿qué
resultado podemos esperar? ¿En cuantos países de nuestro entorno creen que lo habrían
permitido?
¿Como es que aquí nadie recuerda lo que le pasó
a Nixon por mentirle al ciudadano norteamericano? Por qué no tomamos ejemplo
de la Gran Bretaña
donde un ministro ha de dimitir si engaña en una multa de tráfico? Link 3
Desengañémonos, para exigir respeto de la clase política primero nos lo tenemos que ganar.
Desengañémonos, para exigir respeto de la clase política primero nos lo tenemos que ganar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario