No dudo de que el Sr. Aznar
es persona honesta, pero tiene una rara peculiaridad, a saber: que se le
acercan delincuentes y gentes de actividades más que dudosas, con tanta
facilidad como un imán atrae al hierro.
Por eso un 85% de sus
ministros han acabado imputados o condenados, y eso en un país donde la
justicia no es independiente, sino que le debe favores a los políticos que son
quienes les nombra, les paga y les dicta lo que hay que juzgar (y quizá incluso
cómo hacerlo).
A nivel familiar, también
le persigue esa maldición, por ejemplo su esposa fue condenada por vender 1.860
pisos de protección oficial a un fondo buitre, con un perjuicio al erario
público de casi 50 millones.
Su hijo trabaja en un fondo buitre que se beneficia de las bolsas de pisos vendidos por bancos españoles o por ayuntamientos en operaciones como las que hizo la Sra. Botella. Y su hermano está puesto a dedo en el Tribunal de Cuentas, donde el nepotismo campa a sus anchas.
Lo mismo le ocurre con sus
amistades, por eso han acabado imputados todos los asistentes de la super- boda
de su hija, con excepción de los camareros, claro.
Es decir que cuando
queramos luchar de verdad contra la corrupción, podemos usar al Sr. Aznar para
facilitar el trabajo ya que, probablemente, entre quien se relacione habrá una gran concentración
de corruptos, que habrá que investigar.
BASTA DE REPRESIÓN
AMNISTÍA PRESOS POLÍTICOS
AUTODETERMINACIÓN
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