domingo, 11 de enero de 2015

Mejorar la educación (castellano)

De todos los problemas del país, el que más me duele es la educación porque, siendo nosotros los responsables, quien la padece son nuestros hijos, y me parece injusto que ellos paguen por nuestra incompetencia. En este caso, como en los demás, hay que afrontar el problema de cara, consensuar medidas y evaluarlas para cambiarlas si no dan resultado. Sin embargo lo que hemos hecho en los últimos 35 años ha sido usarla como arma política, y al comprobar el desastre echar pelotas fuera, señalando a todas partes menos a nosotros mismos. 

Lo último ha sido la publicación de que el magnesio causa cansancio, fatiga y bajo rendimiento escolar, lo que descarga la responsabilidad de todos: padres, maestros y sociedad. No niego que pueda haber en España una docena de niños con problema de magnesio, fosforo o estroncio, pero la mayoría los tienen con otros “elementos” más grandes: la incompetencia de unos políticos más interesados en adoctrinar que en educar, y que han implantado unos programas que no han hecho más que deteriorar nuestra enseñanza; maestros desmotivados, incapaces de interesar a los alumnos; y un país que no ha apostado nunca por un acuerdo para mejorar el sistema educativo, como sí hizo en sanidad, lo que nos llevó a tener uno de los cinco mejores sistemas sanitarios del mundo.


¿Qué hicimos en sanidad para lograrlo? Pasar una orden de acreditación a todos los centros y cerrar los que no cumplían los mínimos exigidos; mejorar la formación pregrado; hacer una selección de los mejor preparados con el sistema MIR y darles una excelente formación postgrado, en centros acreditados por su calidad asistencial; y establecer protocolos de actuación y estándares de calidad de los servicios que queríamos ofrecer a nuestros ciudadanos. Cada uno de esos pasos se puede dar también en educación. Es necesario y  urgente hacerlo y no hay excusa que valga. Puede costarnos tiempo y dinero pero contemos lo que nos cuesta la ineficacia actual en fracasos escolares, jóvenes perdidos y retraso nacional, y veremos que es la única solución posible.            

No hay comentarios:

Publicar un comentario