jueves, 29 de noviembre de 2012

Un reto para el futuro (1)

Acabo de leer el libro de Jeremy Rifkin “El fin del trabajo” y resulta muy aclarador ver como se van cumpliendo sus previsiones sobre por donde va el mundo del trabajo, no solo en nuestro país o en Occidente sino en el mundo entero. El autor explica que estamos entrando en la época de la fabrica sin trabajadores, algo que hoy todos estamos viendo. Cada día se necesitan menos trabajadores, no para hacer el mismo trabajo sino para hacer mucho más, ya que las fábricas tecnificadas y automatizadas son cada vez más productivas. 

Ello hace pensar que lo que se nos viene encima será mucho peor de lo que ahora tenemos. Rifkin prevé que los Estados Unidos lleguen al 20 o 25% de paro. Cuando ellos tengan esas cifras, nosotros podemos estar perfectamente en unas tasas del 30 al 35% o más. No se trata de alarmismo, sino de una realidad cada vez más manifiesta, que hay que tener en cuenta para hacerle frente con medidas adecuadas e inteligentes, huyendo de la demagogia de unos y otros que se quedan con aquello de que “hay que crear puestos de trabajo” para cumplir con el expediente en elecciones.

Debemos tomar buena nota: si seguimos por el mismo camino que hasta ahora, por cada puesto de trabajo nuevo que se cree en el futuro, se destruirá más de uno. Esto será inevitable y querer luchar contra ello con las viejas soluciones de siempre es hacernos trampas al solitario. Un ejemplo. Si queremos salir de la crisis únicamente con aumentos de la productividad fracasaremos ya que la productividad siempre la incrementamos reduciendo el denominador, que son los trabajadores. Así pues cuando en un trabajo haya cero trabajadores la productividad podrá ser infinita: ¿habremos resuelto así el problema? Ni mucho menos. 

En los años noventa se comprobó que los indicadores exclusivamente  económicos eran muy deficientes para analizar la calidad de vida de una sociedad y se inventaron otros como por ejemplo el Índice de Desarrollo Humano (IDH), un indicador que mide la calidad de vida de las persones teniendo en cuenta aspectos de salud y de educación a parte de los económicos. Deberíamos decidir si queremos seguir únicamente por el camino de aumentar la productividad, que nos llevará a más paro y a más conflictos sociales, o si debemos buscar otros indicadores como puntos de referencia. ¿Porqué no nos proponemos que Catalunya sea el país del mundo con un mayor IDH?
Tenemos algunas herramientas que nos permiten ser optimistas en este sentido, por ejemplo uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, que contribuye a tener unos parámetros de salud y de supervivencia de los más altos del planeta. 

También disponemos de una economía que, aislada de la española, es de las más potentes del mundo (el jueves 22 de noviembre, el Financial Times decía que la renta per cápita de una Cataluña independiente sería de 27.430 euros, superior a la italiana). Nuestra capacidad productiva es fuerte y nuestros productos son apreciados en todas partes. Por si fuera poco, disponemos de una red social y de voluntariado de las más potentes del continente, que se mantiene gracias a la solidaridad de miles y miles de personas que la hacen posible y de la que la Marató de TV3 es únicamente el ejemplo más mediático. 

Es cierto que debemos mejorar en educación (ya apuntaba algunas medidas en este sentido en un escrito anterior titulado "¿Y si el Barça perdiera 1 de cada 3 partidos?") pero también en este ámbito tenemos escuelas punteras y de alto nivell, lo que significa que existe la posibilidad de lograr cosas interesantes, siempre que hagamos las reformas necesarias con seriedad y huyendo de falsos idealismos que dicen defender una determinada escuela pero se olvidan de su objetivo principal, que és la educación de los niños y formarlos para el futuro.
 

miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿Crisis o algo más?

Esta crisis nos está poniendo a prueba como nunca antes hasta ahora. Estoy de acuerdo con los que ponen en duda que sea una verdadera crisis, porque este concepto supone algo coyuntural y pasajero, cuando en realidad estamos asistiendo al final de un modelo de sociedad que ya no funciona: el que hemos construido con nuestra manera de entender el juego electoral, el ejercicio de la política, la gestión de los dineros públicos o la relación entre administración y ciudadanos, fruto en definitiva de unos determinados valores, del poco rigor y de la escasa seriedad que imprime la picaresca a la que somos tan aficionados. 

Quien piense que saldremos de donde estamos para volver a la misma situación que teníamos en el 2005 o 2006 se equivoca completamente. Se tienen que hacer reformas profundas en el país, empezando por la ley electoral, la estructura y organización política, los órganos del Estado y de la Administración. El trabajo que tenemos por delante es titánico ya que además se tiene que mejorar la educación, la justicia, la calidad de nuestros productos, nuestra competitividad y la cuota de mercado que tenemos en el mundo, a parte de diseñar de una vez una verdadera política exterior. 

Pero todo esto no es nada comparado con el reto más difícil al que nos enfrentamos: el imprescindible cambio de mentalidad. Sin este cambio todo el resto es imposible. 

La resignación cristiana ante las desgracias, el pensar que todo está escrito o que es designio de Dios, es lo que ha permitido sobrevivir este modelo de sociedad incapaz de solucionar unos problemas que no tienen nada de divinos sino que hemos de resolver nosotros con nuestras  decisiones. 

El igualitarismo bien intencionado ha sido mal entendido, ya que exige la igualdad de resultados y no de oportunidades, y ello nos ha llevado a esa falsa solidaridad que consiste en que unos trabajan y pagan mientras los otros ponen la mano para vivir de la subvención.

Nuestra idea cristiana de que los dineros son pecaminosos, nos ha llevado a no valorarlos, a ser poco exigentes con los recursos públicos y a no pedir responsabilidades por la gestión del dinero de todos al final de cada legislatura, a parte de mantener un sistema hipócrita e insostenible de financiación de los partidos políticos. 

Insisto, quien crea que podemos salir de esta situación únicamente haciendo recortes en los servicios y mandando gente al paro, se equivoca de medio a medio. 

domingo, 25 de noviembre de 2012

¿Es lo que Europa espera?

La segunda semana de campaña electoral catalana ha estado marcada por la filtración de “El Mundo” acusando a los presidentes Mas y Pujol de cobrar comisiones en Suiza. No voy a entrar en ello porque ya se ha dicho casi todo, pese a que nada es definitivo hasta que se manifiesten los jueces, pero sí quiero remarcar algunos aspectos de la política española que me han preocupado. Con este acoso y derribo a Cataluña nos hemos olvidado de que algunas posturas no nos favorecen ante nuestros socios europeos. 

Que los diputados españoles en Europa se dediquen a ir por los medios de comunicación pidiendo la intervención de la Guardia Civil en contra de Cataluña (Vidal Quadras) no debe ser lo que esperan de nosotros . Seguro que ellos se imaginaban que éramos gente seria y que mandaríamos a Bruselas a verdaderos demócratas. 
 
Que los ministros del Gobierno den por buenos los rumores o filtraciones sin pruebas ni confirmación (Montoro), seguro que tampoco es lo que Europa espera de la pulcritud democrática de unos gobernantes que tienen grandes responsabilidades ante millones de personas. 

Que el responsable de Educación diga que su preocupación no es el fracaso escolar de los alumnos que hablan una lengua, sino adoctrinar a los alumnos bilingües catalanes (Wert) , que tienen menos fracaso escolar pese a hablar dos, seguro que tampoco es lo que Europa esperaba de la educación en el continente. 


Que el Sr. Tejero Molina, condenado a prisión por haber dado el golpe de estado del 23-f hace solo treinta años, salte a la palestra para denunciar a un cargo electo, que además tiene una altísima responsabilidad de gobierno en España, debe ser lo último que Europa esperaba ver en uno de sus socios.

Si a todo ello le añadimos unos sindicatos y una Iglesia (beatificación de 500 mártiresRouco Varela) perdidos en los años treinta (lo mismo que algunos de los políticos del país) nos daremos cuenta de que tenemos un problema grave. Se impone una reflexión muy seria sobre hacia donde nos llevan estas posturas. Debemos decidir si queremos ser plenamente europeos o no, y actuar en consecuencia, o corremos el peligro de continuar siendo la anomalía de Europa. 

¿Era aquello progresista?

Del debate electoral de TV3 me llamó la atención la falta de conciencia de los representantes de la coalición del tripartito sobre las causas de la crisis y sobre la implicación de sus partidos en el desastre económico en que vivimos. Un detalle. El Sr. Herrera llegó a recriminarle al Sr. Mas que su gobierno no había construido ningún piso, mientras que el tripartito hizo 53.000. 


Lo lamentable del caso es que el Sr. Herrera, y supongo que los otros miembros de la coalición, no han entendido que esos pisos no se hicieron para mejorar la vida a las personas sino únicamente para especular, empezando por los ayuntamientos que no pararon de recalificar terrenos para obtener unos ingresos fáciles. 

Si de verdad hubieran pensado en las personas, no hacía falta ni siquiera llegar a lo de Marinaleda (Sevilla), bastaba con haber dejado funcionar la ley de la oferta y la demanda. Con millones de pisos vacíos en España (¿tres millones? ¿seis millones?), tendrían que haber bajado inmediatamente los precios, pero no, los gobiernos, los ayuntamientos y los bancos han mantenido artificialmente los precios altos para garantizarse unos beneficios suculentos. Esa manipulación hizo que miles de personas compraran viviendas sobrevaloradas que ahora no pueden pagar y han de ser desahuciadas.

Como todo esto no lo han entendido, resulta que al final el Sr. Herrera acaba coincidiendo, ni más ni menos, que con el presidente de la patronal bancaria, Sr. Miguel Martín que, añorando los beneficios fáciles y seguros de los últimos años y sin pensar en absoluto en las personas, también aboga por construir más viviendas y dar más hipotecasLink1.  

Los líderes de la coalición pueden ser idealistas y creerse lo que dicen, no lo pongo en duda, lo que no comprendo es esa superioridad moral que siempre desprenden al autoproclamarse “progresistas”. Quizá lo entendería si nos explicaran qué tiene de progresista juntarse tres partidos para desplazar al vencedor de las elecciones, es decir para dejar sin efecto la decisión democrática de los ciudadanos, o como puede ser progresista arruinar al país durante más de una generación haciendo obras, muchas de las cuales son de muy dudosa utilidad, dejando las facturas para que las pague quien venga detrás. 

Grafico del blog del profesor Xavier Sala i Martín



viernes, 23 de noviembre de 2012

Thomas Paine exige ganarse la Libertad

Muchas veces se ha dicho que “una imagen vale más que mil palabras”. En general puede ser cierto, pero hay ocasiones en que unas pocas palabras son incomparablemente superiores a cualquier otra cosa y pueden llegar a conmover los corazones y elevar el alma. 


En el siglo XVIII, durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, Thomas Paine publicó una serie de folletos llamados “La Crisis Americana”, en los que trataba de levantar el ánimo caído de los americanos, instando a sus compatriotas a ver las cosas más allá de los días oscuros. El primer número fue publicado el 23 de diciembre de 1776, y empezaba diciendo:



“Estos son tiempos que ponen a prueba el alma de los hombres. El soldado en verano y el patriota en tiempos tranquilos se abstendrán en esta crisis de prestar servicios a su país; pero el que puede resistir ahora merece el amor y el agradecimiento de hombres y mujeres. La tiranía, como el infierno, no es fácil de vencer; pero tenemos este consuelo: que cuanto más duro es el conflicto tanto más glorioso es el triunfo. Lo que nos cuesta poco, lo estimamos también en poco: es sólo lo que nos cuesta lo que da a cada cosa su valor. El Cielo sabe cómo poner un justo precio a sus bienes; y sería extraño, en verdad, que un artículo tan celestial como la Libertad no fuese altamente valorado”.


 Thomas Paine (1737 - 1809) 
Político revolucionario norteamericano
y uno de los padres fundadores de los EEUU

Unos días después, en Navidad, Georges Washington cruzó el helado río Delaware y consiguió la victoria de Trenton sobre los británicos. 


No estaría mal que, en estos tiempos que estamos viviendo, también alguien tratara de levantarnos el ánimo a nosotros.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

¿Y si el Barça perdiera 1 de cada 3 partidos?


Me sorprende que desde hace más de treinta años, nadie haya encontrado la fórmula para mejorar algo tan sensible como la educación. La escuela fracasa en la educación de más de un 30% de nuestros hijos y, no solo no hacemos nada, sino que cuando los ministros del ramo se permiten ligerezas como la del Sr. José Ignacio Wert de adoctrinar a los niños catalanes o aquello de proponer una hora de más o de menos para salvar todo el sistema, no hacemos dimitir a nadie.

Si ustedes tuvieran un coche que les fallase el 30% de las veces que girasen la llave de contacto, ¿qué harían? Si la luz de su comedor no se encendiera una tercera parte de las veces que accionan el interruptor, ¿qué pasaría? Buscarían una solución, ¿verdad? Pues en este tema no entiendo qué nos pasa. Si el Barça perdiera 1 de cada 3 partidos, sería una catástrofe nacional....

Tenemos que encontrar una solución pronto. Hay algunos antecedentes que podemos analizar por si nos pueden servir. En el caso de la sanidad hace unos treinta años se empezó por profesionalizar la gestión de los hospitales y por pasar una acreditación a todos los centros, cerrando los que tenían más dificultades para ser hospitales de agudos y convirtiéndolos en otros servicios que la sociedad necesitaba.

También se mejoró la formación pregrado en la universidad y se creó un sistema de selección de los licenciados mejor preparados con el examen MIR. Entonces se completó la formación de estos con una especialización, de 3 a 5 años, en un centro autorizado por su prestigio científico y técnico para formar especialistas. El resultado es que hoy nuestro sistema sanitario está entre los 10 mejores del mundo.

La escuela necesita un proyecto de la misma profundidad y empegadura. Que premie a los mejores centros y maestros, así como a los alumnos que tengan mejores resultados. Que integre gestores profesionales que velen por la calidad de la enseñanza y por la vinculación de la escuela con las empresas (la actual separación, incluso en la universidad, es una aberración que no nos podemos permitir). Y sobre todo hace falta que la sociedad recupere la cultura del esfuerzo o todo esto servirá de bien poco.

domingo, 18 de noviembre de 2012

El beso frustrado de Cyrano

"Cyrano de Bergerac" es una obra de teatro romántico, que en Cataluña protagonizó magistralmente ese gigante de los escenarios que es Josep Maria Flotats, con un texto esplèndido adaptado por Xavier Bru de Sala. Hay un fragmentode la obra, que siempre me ha parecido sublime porque destila amor, pasión y tristeza al mismo tiempo, cuando Cyrano consigue arrancarle un beso a su amada Rosana, para que lo disfrute el bello Cristian. La traducción al castellano de la obra de Bru de Sala es la que sigue:



Rosana , saliendo al balcón
 No hablábamos de… de un?...


Cyrano 
¡De un beso voluptuoso!
No veo que pueda haber ni un solo motivo de alarma;
si los labios os queman ya, ¿qué notaran al besarme?
No os contenga el miedo de ningún arrepentimiento:
¡recordad que hace un instante, casi insensiblemente,
hemos dejado todos los juegos y hemos pasado sin esfuerzo  
de la sonrisa al suspiro y al llanto de nuestros corazones!
¡Continuemos un poco más, de manera insensible;
de la lágrima al beso hay un paso indescriptible!

Rosana
 ¡Callad!

Cyrano
Al fin y al cabo, ¿un beso qué significa?
¡Un juramento cercano, una bella promesa
que sellamos, un amor que se quiere confirmar,
un punto rosado en la i del verbo estimar,
un secreto que confunde la boca con una oreja,
un instante infinito, un murmullo de abeja,
una comunión que se convierte en un gran tesoro,
una nueva manera de respirar del corazón,
de probar con los labios el sabor del espíritu!

sábado, 17 de noviembre de 2012

La maté porque era mía

Pensaba que la actual campaña electoral sería tan aburrida como las anteriores, pero hay que reconocer que esta está poniendo de manifiesto aspectos muy interesantes sobre las graves deficiencias democráticas de algunos de nuestros políticos. 
 

Empezó el ministro de exteriores, Sr. José Manuel García-Margallo, diciendo que una consulta popular era lo mismo que un golpe de estado. Así es natural que los que piensan como él opinen que nuestra guerra incivil fue una cruzada y consideren al general Franco como un salvador de la patria digno de estar cuarenta años en el poder.
 
Después el Sr. Marcelino Iglesias, ex secretario de organización del PSOE, saca a la palestra los muertos del nazismo para equipararlos no se sabe a qué. La política de por sí ya es bastante compleja sin incluir a los muertos propios, pero si además se quieren meter los muertos de los demás entonces se hace imposible. Cuando esta referencia tan chapucera la hace alguien que se hace llamar socialista, se expone a que cualquiera le recuerde que aquello que se llamó el “socialismo real” hizo tantos o más muertos que el nazismo. En fin, Sr. Iglesias, no entre en ello y ahórreselo. 

Posteriormente nos enteramos de que “El Mundo” ha publicado que hay cuentas en Suiza con dineros de comisiones para la familia Pujol y para la familia Mas. No puedo valorar estas acusaciones hasta que se aclaren pero sí me quiero referir a la Sra. Carmen Chacón, que se permite el lujo de señalar culpables. Me pregunto qué le ha pasado a la ex-ministra para atreverse a insultar nuestra inteligencia ya que todos sabemos lo que nos costó conseguir que en este país la gente fuera considerada inocente mientras no se demostrase lo contrario.  
Dejo para el final al Sr. José Bono, ex presidente de Castilla la Mancha y del Congreso de los Diputados, que nos compara con los judíos alemanes durante el Tercer Reich. Como el resto de los nacionalistas españoles, el Sr. Bono no ha entendido nada. Si lo quieren entender, que se olviden del nazismo y se fijen en cualquier divorcio. Aquí lo que hay es una pareja, en la cual la convivencia se ha hecho imposible porque uno de los miembros es infiel, al no cumplir ninguno de sus compromisos, y además amenaza, ultraja y maltrata al otro. Como es natural, incluso los que nunca hemos sido independentistas nos estamos convirtiendo para no tener que escuchar aquello de “la maté porque era mía”.  

martes, 13 de noviembre de 2012

Las puertas del atrevimiento

Las montañas que cierran el valle
con muros de granito altos y abruptos
invitan al valiente a ascender
por aquella escalera hasta el cielo.

El mar, inquieto, profundo y abismal
que ondula y ruge de una costa a otra
así llama a sus curtidos caballeros:
“¡Zarpad, navegad, explorad!”

Los barrotes de la vida, que tememos,
y parecen tenernos prisioneros,
no son sino las puertas del atrevimiento,
que ante el alma se encuentran entornadas.

No te creas pobre, y regala generoso,
no te creas débil, e intenta con audacia;
es imposible que comiences a vivir
mientras no de atrevas a morir.


Henry van Dyke (1852 – 1933).
Escritor, clérigo y docente estadounidense

lunes, 12 de noviembre de 2012

Mis ilustres fracasados: núm 1

Tomen buena nota de este desastre pertinaz, de toda una vida que parecía no ir a ninguna parte, siempre de fracaso en fracaso,



-          Fracasó en los negocios a los 31 años.

-          Fue derrotado a los 32 como candidato para unas legislativas.

-          Volvió a fracasar en los negocios a los 34 años.

-          Sobrellevó la muerte de su amada a los 35.

-          Sufrió un colapso nervioso a los 36 años.

-          Perdió en unas elecciones a los 38. 

-          No consiguió ser elegido congresista a los 43.

-          No consiguió ser elegido congresista a los 46.

-          No consiguió ser elegido congresista a los 48.

-          No consiguió ser elegido senador a los 55.

-          A los 56 fracasó en el intento de ser vicepresidente.

-          De nuevo fue derrotado y no salió senador a los 58.

Cualquier pensaría que era un completo perdedor, un fracaso en su carrera política, sin contar los fracasos económicos. Pero no se dio por vencido, no podía hacerlo, así que…

-          A los 60 años fue elegido el 16º presidente de los Estados Unidos. Nos referimos a Abraham Lincoln (1809 - 1865) cuyas decisiones cambiaron el rumbo de la historia respecto a las razas humanas en aquel país y por extensión en el resto del mundo.

Siempre hay esperanza para quien no se rinde….


¿Debemos temer tanto al fracaso?



Fracaso no significa derrota, sino que todavía no hemos tenido éxito.

Fracaso no significa estupidez, sino el camino para acumular la sabiduría necesaria para el triunfo. 

Fracaso no significa que no hemos logrado nada, sino que hemos identificado lo que no debemos hacer para lograr nuestros objetivos.

Fracaso no significa que hayamos actuado como necios, sino que demuestra que anhelamos firmemente obtener el éxito.

Fracaso no significa que no alcanzaremos nuestras metas, más bien nos reta a pagar la colegiatura de la perseverancia para lograr el éxito. 

Fracaso no significa descrédito, sino que demuestra que estamos dispuestos a correr los riesgos necesarios para triunfar.

Fracaso no significa incapacidad, más bien nos indica qué otras capacidades hemos de desarrollar  para lograr lo que buscamos.

Fracaso no significa pérdida de tiempo, sino aliento para empezar de nuevo porque ahora estamos más cerca de nuestros objetivos.

Fracaso no significa que debemos darnos por vencidos, sino que denota que debemos luchar con más determinación para lograr el éxito. 

El desafío es el que forma al triunfador. 

 No cabe desafío sin riesgo de fracaso pues el éxito y el fracaso son un tejido de la misma textura.

No nos deben encadenar los fracasos del pasado, ni debemos atormentarnos por lo que nos espera en el futuro, pues entonces corremos el riesgo de no tener éxito en el presente.

Fracaso no significa que Dios nos ha abandonado, sino que Él tiene un destino superior para los triunfadores.  




 
Miguel Ángel Cornejo y Rosado
Experto en liderazgo, alta dirección y productividad

domingo, 11 de noviembre de 2012

La reforma electoral (5): Pagar bien a los políticos

La última propuesta que haré para reformar el sistema electoral es, quizá, la más controvertida, la más difícil de explicar, ya que no es nada teórica como las anteriores, sino mucho más práctica y prosaica puesto que se trata de los bajos sueldos que pagamos a los políticos.

Ya sé que esto le parecerá una herejía a aquellos que piensan en “la casta” y en que los políticos se dedican a velar por sus propios bolsillos, pero eso no es cierto, la gran mayoría son personas honradas, que creen honestamente en lo que hacen y que se merecen todo nuestro respecto, también desde el punto de vista económico. 


Los sueldos bajos, pese a ser muy llamativos y populistas, nos están saliendo por un ojo de la cara, porque la única cosa que hacen es alejar todavía más a los buenos profesionales, aquellos que realmente están capacitados para desarrollar tareas de la complejidad que supone sacar un país adelante. La gente puede ser tan idealista y romántica como queramos, pero al final todos trabajamos para ganarnos la vida. Y sin los buenos profesionales, ¿qué nos queda? Pues los profesionales de la política que los aparatos de los partidos nos quieran poner y que seran más fieles a unas siglas que al país mismo.  

El resultado es que para ahorrarnos cuatro céntimos les damos cargos de altísima responsabilidad a unas personas que se gastan miles de millones de euros en aeropuertos sin aviones, líneas de AVE sin pasajeros, hospitales sin pacientes y que reparten dineros y cargos, hipotecando  nuestro futuro y el de nuestros hijos.
  
¿Pero nos podemos extrañar de que sea así? Muchos de ellos no han estado formados en los criterios de eficacia y eficiencia, no saben que para hacer una obra se necesita un proyecto funcional y un plan de viabilidad, ni han gestionado una cuenta de explotación, ya que ese no ha sido nunca su trabajo. Ellos siempre se han dedicado a captar votos, a buscar la foto en los periódicos, a salir en las noticias y eso lo han hecho bien. Cada vez que han cortado la cinta de una nueva estación de AVE o de un aeropuerto, han tenido la foto, aunque la imagen nos haya costado centenares de millones de euros, que la línea de AVE se haya cerrado a los pocos meses o que el aeropuerto no sirva para nada. 

La reforma electoral (4): La fecha de las elecciones


La cuarta de las propuestas para la reforma electoral es la fecha de las elecciones, que muchos pensaran que es un tema menor en la responsabilidad de la actual degradación de la vida política española y catalana, pero creo que se trata de un tema conceptual y que hay que tener en cuenta. 

¿Cuando tenemos elecciones en España o en Cataluña? Nadie lo sabe, porqué cada presidente de gobierno central o autonómico las convoca cuando le va bien o, lo que es lo mismo, cuando las encuestas le dan más ventajas o menos desventajas. De esta manera no es raro que no se acaben las legislaturas, sino que se acorten, según los intereses particulares de una persona o de un  partido.

Ello impide que la clase política haga su trabajo con calma, ya que la hipótesis de adelanto electoral les obliga a tener la maquinaria siempre a punto. Recordemos que el primer año de legislatura es para tomar contacto con la situación y que el último es para preparar la próxima campaña, por tanto solo quedan los dos años del medio para trabajar de verdad en los proyectos del país y, si empiezan pronto los rumores de elecciones anticipadas, el parón de todo es inevitable y eso no nos lo podemos permitir.

No todos los países tienen este sistema. Es bien sabido que en los Estados Unidos las elecciones tienen lugar cada cuatro años y que la fecha es el primer martes, después del primer lunes, del mes de noviembre del año que toca. Tan simple, sencillo y clarificador que todo el mundo sabe qué ha de hacer de cara a aquella fecha concreta, tanto los que están en el gobierno como los de la oposición.

Ni el presidente tiene capacidad para cambiar la fecha, un hecho que nos puede parecer banal, pero que indica claramente que aquella democracia está por encima de todo y de cualquiera. En ningún caso se da la imagen de que sin “el líder”, el país se quede huérfano y desamparado. Pese a tener un régimen presidencialista, ocupado por el hombre más poderoso del mundo, la democracia no está rendida a sus manos, ni es un juguete de sus intereses. En ningún momento parece que dependan de una persona para sobrevivir, ja que la democracia es mucho más y está por encima de todo el mundo, por más importante que sea.

La reforma electoral (3): Limitar el número de legislaturas

La tercera propuesta para reformar el sistema electoral es limitar el número de legislaturas que se puede ostentar un cargo de máxima responsabilidad. Tenemos políticos que llevan más de 20 años en el cargo (cinco o más legislaturas), un hecho que pasa en pocos lugares  civilizados.  

El actual sistema resulta muy cómodo para los aparatos de los partidos que, si encuentran un político de nivel, con carisma, discurso, iniciativa y ganas, que además gane elecciones, en definitiva lo que podríamos llamar un valor seguro, no se han de preocupar de buscar ni preparar ningún otro candidato y se pueden limitar a ir presentando siempre al mismo. Pero este es uno de los elementos más perversos y que ha hecho más daño a la imagen de los políticos del país, ahora tan deteriorada.

En primer lugar porque el político valor segur tiene la garantía de poder continuar mientas el cuerpo aguante y como es natural hace todo lo posible para evitar candidatos alternativos. Por eso hace años que, en vez de atraer profesionales hacia la política, hemos creado verdaderos profesionales de la política, que han hecho carrera únicamente dentro de un partido, hasta llegar a unos cargos a los que no podrían ni soñar fuera de la política ni en un país con un sistema electoral más competitivo.

Por otra parte permite a los partidos relajarse durante años, sin tener que buscar ni candidatos ni alternativas. Eso les empobrece desde todos los puntos de vista y quedan convertidos en simples órganos burocráticos al servicio, no de una candidatura, sino de un cabeza de lista. El debate interno, sobre nuevas propuestas o nuevas ideas, desaparece para convertirse en un monólogo complaciente. Sin autocrítica se para el crecimiento y el proyecto se aleja de la realidad social a la que pretende representar hasta que finalmente, el día que pierden las elecciones o falta el líder, no sólo pierden la única carta ganadora que tenían, sino que se hallan sin recambio, sin alternativas, sin discurso, sin ideas y sin propuestas.

Por dignidad democrática los militantes y los electores nos merecemos saber que tenemos partidos fuertes y con liderazgos potentes, pero por encima de todo nos merecemos saber que los partidos no dependen de una única persona, necesitamos saber que hay cantera suficiente, bien formada, preparada y dispuesta, si hace falta, y la mejor manera de garantizarlo es que el sistema electoral obligue a los cambios periódicos de candidatos.

La reforma electoral (2): Listas abiertas

La segunda propuesta para reformar nuestro sistema electoral es cambiar las listas cerradas por listas abiertas. Las cerradas implica que a los candidatos no los eligen los ciudadanos, sino al aparato del partido, o sea que son escogidos por un grupo reducido de persones afines a unas siglas. 
 
Como es natural las motivaciones que tiene el electorado y las que tienen los grupos que confeccionan las listas no siempre son coincidentes. Mientas los primeros quieren saber quien es su parlamentario, conocerlo, hablar con él y saber como piensa defender los intereses del territorio que representa; los segundos lo que quieren es alguien que les sea fieles a ellos y al partido.

Estas dos posturas condicionan completamente la actuación del candidato en caso de ser elegido. Si fuera escogido directamente por los electores de su circunscripción se debería a las personas que le han votado, a los que procuraría conocer personalmente, saber sus preocupaciones, problemas i conflictos sociales, las tasas de paro, etc, y necesariamente tendría que trabajar para intentar resolverlos ya que en caso contrario les electores no le volverían a votar. 


Pero como quien le ha puesto en la lista es el aparato del partido, se debe a ellos, que le han ofrecido una oportunidad a la que no se puede acceder de ninguna otra forma. Ciertamente eso es una gran ventaja para el candidato que la única cosa que ha de hacer es aprenderse los eslóganes y titulares que le faciliten desde su partido i decir amen a todo lo que proponga su cabeza de lista, con quien está comprometido en virtud de la “disciplina de voto”. Si lo hace así tendrá un lugar asegurado en las próximas elecciones; en caso contrario no tiene ninguna posibilidad de volver a repetir.

Podemos entender como actuará el candidato ya que no son mártires ni les hemos contratado para serlo, el problema es que este funcionamiento no es la mejor manera de atraer personas con ideas propias, mentes innovadoras o profesionales competentes y con experiencia a trabajar para el país.

Por más que de vez en cuando los partidos hablen de cambios en la ley electoral y de hacer listas abiertas, la pura verdad es que no tienen ningunas ganas de hacerlo porque si fuera así lo habrían hecho, al menos en las elecciones municipales, donde todo el mundo, incluidos los mismos políticos, aseguran que el electorado vota a las personas y no a los partidos. 

La reforma electoral (1): Doble vuelta

Volvemos a estar en campaña electoral, ¡un vez más! De nuevo los candidatos nos hablaran del programa y de las propuestas de gobierno, pero hay una cosa de la que no hablará ninguno de ellos: de la necesidad de la reforma electoral, por eso yo me propongo hacerlo, mostrando la ineficiencia del actual sistema y proponiendo alternativas para modificarlo.


Nuestras elecciones se deciden a una sola vuelta, lo que supone que no hay revalida o segunda vuelta como hacen los franceses, donde, si no se saca mayoría absoluta a la primera, pueden acceder a la segunda sólo los partidos que han tenido más de un porcentaje de votos (12’5%). 


Uno de los problemas de la vuelta única, es que no permite hacer nada a los electores, más que votar un día y después callar durante cuatro años, pero la gent se siente defraudada por los políticos, a los que ve hacer pactos que no respetan los resultados electorales, argumentando que es legal, sin plantearse si es también moral. Les ve administrar los dineros de todos hasta gastarse los cuartos de las futuras generaciones, con una alegría que estremece y además les ve gestionar como si fueran caciques, metiéndose en todas partes, poniendo y quitando cargos por razones partidistas, al margen de su importancia y de la idoneidad del implicado

La gente se da cuenta de que no son serios, y en cambio cuando se acercan las elecciones, esos mismos políticos se ponen transcendentales y quieren que el electorado sea serio, consecuente, responsable, racional y que haga un uso útil del voto. La gente está cansada, con toda la razón, y tiene derecho a poder mostrar su enojo de una manera u otra en el momento de emitir el voto y la doble vuelta podría ser una forma de advertir a los partidos que van por mal camino.

El problema es que en España y en Catalunya, el enojo se traduce en la presencia en los parlamentos de muchos partidos de los que en Francia habrían desaparecido del mapa electoral, por tener menos de un 10% de los sufragios. En nuestro caso no solo entran al hemiciclo sino que probablemente, por obra de los pactos electorales, acaben teniendo responsabilidades de gobierno, lo cual les otorga un papel que nunca habrían de tener en virtud de su representación real, en perjuicio de los partidos ganadores y en consecuencia de la voluntad mayoritaria expresada por el pueblo.  

jueves, 8 de noviembre de 2012

Si....



Si conservas la cordura cuando alrededor  
todos pierden la cabeza y te inculpan,
si confías en ti cuando todos dudan
pero también tienes en cuenta esas dudas,
si sabes esperar sin fatigarte,
si, aunque te mientan, rechazas la mentira,
si, siendo odiado, al odio no sucumbes
mas no por ello presumes vanidoso; 


si sueñas sin que el sueño sea tu amo,
y piensas sin que el pensar sea tu meta,
si puedes enfrentar triunfo y derrota
sabiendo que uno y otra son farsantes;
si soportas que esa verdad que has dicho
se distorsione para engañar al necio,
y al ver destruido lo que amas
te dispones a rehacerlo con esfuerzo;



si puedes apilar lo que has ganado
y arriesgarlo en una sola apuesta,
y perder, y empezar desde el principio,
sin expresar tu pena con palabras;
si tu corazón tus nervios y tendones
siguen resistiendo aun si se han ido
y aguantan cuando en ti ya no queda nada
salvo la voluntad que les ordena ¡Aguanta!;

si al hablar con multitudes no te quiebras,
ni te doblegas al tratar con reyes,
si ni amigos ni enemigos pueden lastimarte,
si eres de fiar sin ser servil,
si puedes llenar el minuto impiadoso
con sesenta segundos de compasión,
tuyo será el mundo y aquello que contiene
y, mejor aún, hijo mío, serás un hombre.  


Rudyard Kipling (1865 - 1936)
Escritor y poeta británico nacido en la India

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Grandes hombres




Sólo los hombres logran (nunca el oro)
un pueblo grande y fuerte;
hombres que, por la verdad y el honor,
saben resistir y soportar.

Valientes que trabajan mientras otros duermen,
que se atreven cuando otros huyen:
ellos echan los cimientos de una nación
y los elevan al cielo.





Ralph Waldo Emerson (1803 - 1882)
Escritor, filósofo y poeta estadounidense