No inhabilitaron a Felipe
González por crear una banda terrorista llamada GAL que iba asesinando y
secuestrado a gente por la calle.
No inhabilitaron a José
Maria Aznar por mentirnos para meternos en una guerra ilegal en Irak, que
provoco miles de muertos y la miseria de todo un pueblo.
No inhabilitaron a
Rodriguez Zapatero por negar una crisis económica que hizo que miles de
familias fuesen a la ruina i pasaran hambre.
No inhabilitaron a Mariano
Rajoy por mandar a 10.000 energúmenos uniformados a apalear anciana que solo
pretendían votar.
Ni han inhabilitado a un
rey emérito que, según reconoce su propio hijo, ha estado robado durante 40
años.
Pero quieren inhabilitar
a Quim Torra por no descolgar una pancarta que hacía referencia a un derecho fundamental,
reconocido en todos los países del mundo civilizado, y por una sentencia
dictada por un órgano que no es competente para dictarla y además de un rango
muy inferior a la presidencia de una Comunidad Autónoma.
Definitivamente España no
tiene solución y lo único que se puede hacer con ella es tenerla lo más lejos
posible, por eso nos urge la independencia.
Hitler, Musolinni, Franco, Pinochet, Pol Plot en todos esos casos la gente buena calló por miedo o por connivencia y ya sabemos el resultado.
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El juramento ateniense (se hacía a los 16 años)
Nunca traeremos vergüenza
sobre nuestra ciudad mediante actos de deshonestidad o cobardía.
Lucharemos por los ideales i las cosas sagradas de la ciudad, tanto
individualmente como en grupo.
Reverenciaremos y
obedeceremos las leyes de la ciudad, y haremos todo lo posible para alentar el
respeto en quienes estén por encima de nosotros.
Lucharemos sin cesar para
agudizar el sentido del deber cívico en el pueblo.
De esta manera lograremos una ciudad aún más grande y esplendorosa que la que hemos recibido.
Bien podríamos aprender algo de los antiguos griegos.
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