martes, 30 de octubre de 2012

Algunas claves del desastre (28 mayo 2012)

Pese a haber cambiado los gobiernos, estamos asistiendo diariamente a una retórica de la clase política empeñada en tratarnos como a menores de edad, porque a pesar de los cambios, lo que continua inmutable es el tipo de políticos y la forma de ejercer el poder.

Por una parte los partidos que se autodenominan “progresistas”, (creo que dejar el país arruinado durante más de una generación y con 5 millones de parados es de todo menos progresista), están empeñados en hacernos creer que la derecha es tan insensible que ahora se dedica a recortar por una especie de vicio inconfesable o por puro deseo de acabar con el Estado del Bienestar, sin autocrítica alguna y sin mencionar su grave responsabilidad en la situación actual.
 
Per su lado los partidos de derechas, los llamados “conservadores” se apresuran a recordarnos que las izquierdas no saben gestionar y por eso nos han llevado a la ruina en la que estamos, pero sin mencionar que en Madrid o en el País Valenciano, donde gobernaban ellos desde hacía años, el desastre es colosal y además es el que ahora amenaza con engullir toda la economía española.

La verdad, la que ellos no explican, es que el problema no está en las siglas de un partido concreto, sino que radica en tota la clase política en general, en la forma de hacer política y de ejercer el poder que tenemos en este país y que resulta tan nefasta que nos ha llevado al agujero donde nos encontramos. 

En el origen de esta situación está nuestra ley electoral que aleja a la excelencia de los cargos públicos para ponerlos en manos de profesionales de la política, que permanecen en los cargos durante décadas, porque no tienen límite en el número de mandatos. Como no los hemos escogido nosotros, porqué la lista electoral la decide el aparato del partido, no se han de preocupar por los problemas de la gente, quedando completamente al margen de la realidad del país y de lo que necesitan los ciudadanos a los que dicen representar.

Otra de las claves, derivada de la anterior, es una forma de ejercer el poder que lo considera todo como parte del botín electoral: los escaños del Parlamento, la dirección de las empresas públicas (y muchas privadas), los medios de comunicación, los bancos, el arte y los espectáculos, las subvenciones, las obras públicas, todo. Una creencia que les hace suponer que tienen derecho a meterse en todas partes y a emplear el dinero público como les parece, con los resultados que todos estamos viendo.
 
Si alguna vez queremos regenerar el país, si queremos ponerlo en orden, hay que empezar por cambiar la ley electoral y hacer una que le devuelva el poder a los ciudadanos, que garantice la excelencia de sus representantes, que limite el número de legislaturas y que no rinda el país a ningún partido o coalición. Pero además debemos potenciar las instituciones y limitar el papel de los políticos en todas aquellas actividades que no les sean propias.  



lunes, 29 de octubre de 2012

¿Sabemos a donde vamos? (22 agosto 2012)

Los que ya tenemos una cierta edad todavía recordamos aquel tiempo en que el empleado del gas, de la luz o del agua, venía a leer los contadores de casa, golpeaba la puerta con tanta fuerza como si fuera a romperla y, cuando se le abría, entraba con aire prepotente y cara de enfadado por haberlo hecho esperar. Era un tiempo en que el ciudadano contaba poco y muchos querían hacer negocios a base de precios caros, aunque les vendiesen a pocas personas. El objetivo era meterle a uno la mano en la cartera y hacerse con un buen puñado de dinero, sin tener en cuenta la calidad del producto o servicio, sin cuidar al cliente, ni velar por el servicio postventa y por tanto sin pensar en las ventas futuras.

Afortunadamente aquellos tiempos se acabaron y hoy los empleados del gas, del agua o de la luz se comportan como caballeros encantados de poder servirnos. Pero este cambio no surgió por generación espontánea, sino porque los directivos de aquellas compañías, como los de todas las empresas serias del mundo, entendieron que ofrecer un mejor producto o servicio a un precio más ajustado, pero a un número mayor de persones, les proporcionaba más ingresos que los más caros al alcance sólo de un reducido número de privilegiados.


Para que no piensen que se trata únicamente de mis impresiones, se lo diré con las palabras del profesor Robert Aumann, premio Nobel de Economía el año 2005, quien asegura que subir los impuestos a los que ya pagan es un ejemplo claro de respuesta de apariencia obvia que no conduce al fin deseado, sino precisamente al opuesto. Añade que si se sube el porcentaje de los impuestos se consiguen dos cosas: la primera, incentivar al contribuyente para que también engañe a Hacienda; y la segunda, desincentivar su actividad económica. En definitiva que si el Estado necesita más ingresos no se han de subir los impuestos, sino bajarlos, ya que así se anima a la gente a producir y a trabajar más y a gastar también más, con la cual cosa el Estado recaudará más dinero.

Les explico todo esto porque el gobierno del Sr. Rajoy, para salir de la crisis, propone subir los impuestos, es decir volver al tiempo de ganar dinero a base de unos servicios y productos caros que solo se podrán permitir unos pocos privilegiados, yendo así en contra del sentido de los tiempos y de lo que hace años descubrió todo el mundo real (o sea el productivo, el que no vive esperando una subvención). Por ahora ya han empezado a ponernos cara de enfadados, a no tenernos por nada y a tratarnos con prepotencia, como los empleados que les indicaba al principio. La fórmula propuesta ya no funciona en ninguna parte del mundo, veremos qué se recauda en España a partir del septiembre...

domingo, 28 de octubre de 2012

Sobre el pacto fiscal (10 junio 2012)

Cataluña se equivoca si pide el pacto fiscal solo para los catalanes ya que volverá a acabar con un ejemplo más de la política del “peix el cove” y poca cosa más.

Hace más de treinta años que Cataluña pide una nueva financiación más justa para amortiguar unos déficits que vienen del invento, del Sr. Felipe González y del Sr. Alfonso Guerra, del “café para todos”, pero lo que ellos nunca dijeron fue quien tendría que pagar el café. Ahora nos encontramos con un déficit fiscal de más de 16.000 millones de euros anuales, pese a las múltiples veces que hemos negociado con el Estado, y además nos hemos ganado una fama de pedigüeños y aves de rapiña que no nos la podemos quitar de encima. Si volvemos a pedir un pacto fiscal solo para nosotros no lo lograremos y además pagaremos un precio muy alto a nivel de todo el Estado. 

Como creo que Cataluña ha de ser transparente, generosa en sus planteamientos y que debería liderar las iniciativas políticas a nivel estatal, lo que debe pedir es el pacto fiscal para todas las autonomías, en pocas palabras, cambiar los treinta años del “café para todos” que nos ha llevado a la bancarrota, por un nuevo paradigma: “que cada palo aguante su vela”. Hemos de pedir que cada uno se administre con los dineros que recapte, todos con las mismas condiciones que vascos y navarros.

Las ventajas son infinitas y la justicia de la petición fuera de toda duda empezando por acabar con los ciudadanos de primera (vascos y navarros) y los de segunda (el resto de las Autonomías) y continuando por permitir que cada uno haga lo que mejor le venga en ganas, eso sí, con su dinero de verdad. Lo que es  bueno para nosotros ha de ser bueno también para el resto de España. Exijamos el pacto fiscal para todas las CCAA. Si además el nuevo modelo nos permite quitarnos de encima la fama de pedigüeños y aves de rapiña, mucho mejor. 

Carta al expresidente de Extremadura (2 octubre 2012)

Don Guillermo Fernández Vara  

Ex-presidente de la CA de Extremadura.

Sr. Ex-presidente.

Esta semana nos ha regalado usted otra de esas declaraciones que nos hacen sentir vergüenza a todos los españoles de algunos de nuestros políticos en cargos de la máxima responsabilidad del Estado. Lo ha logrado una vez más… En este caso diciendo que Cataluña debe devolver los 150.000 extremeños secuestrados en esta comunidad así como a sus hijos. http://www.elperiodico.com/es/noticias/politica/fernandez-vara-exige-catalunya-que-devuelva-los-150000-extremenos-que-sustrajo-2212852 Para no extenderme le haré tres comentarios y una observación final.

Primero, para su conocimiento le diré que en Cataluña no hay extremeños (ni ciudadanos de ninguna otra comunidad autónoma) secuestrados. Lo único que aquí hay son ciudadanos catalanes de pleno derecho, hayan nacido en la propia comunidad o, como es mi caso, en cualquier otra tierra de España.  

Segundo. Por si lo desconoce, sepa que los inmigrantes que, como yo, vinimos a vivir a Cataluña no lo hicimos raptados por los catalanes sino que salimos huyendo de la miseria de nuestras tierras de origen, porque personas con mentalidad caciquil y feudal como la suya, que se creen que la gente les pertenecen, no permitieron ni favorecieron nunca medios de vida dignos.

Tercero, todos nosotros elegimos voluntariamente una tierra de oportunidades llamada Catalunya donde, por más que les pese y más demagogia que quieran hacer con ello, no se discrimina a nadie por razón de nacimiento ni de lengua. Un lugar donde alguien nacido en otra comunidad autónoma, y que apenas hable catalán, puede llegar a ser Presidente de la Generalitat. Hasta que Extremadura o cualquier otra comunidad autónoma llegue a ese grado de madurez política ¿no le parece que deberían abstenerse de darnos según qué consejos? 

Por último la observación. Sé que deben moverle las mejores intenciones para con sus conciudadanos, pero ¿cree usted que algún extremeño, y por extensión algún español, se siente cómodo viendo como insulta nuestra inteligencia tergiversando la verdad de una manera tan burda? 



 Este escrito fue enviado al Ex-Presidente de Extremadura y a los medios de comunicación, en forma de carta al director el 2 de octubre de 2012.
La carta apareció publicada en El Periodico de Cataluña el 5 de octubre de 2012 (http://www.elperiodico.com/es/cartas/lectores/burda-tergiversacion-verdad/70083.shtml)

El necesario corredor mediterráneo

Uno de los problemas más graves que tienemos es una clase política estatal miope, que no ha entendido las necesidades de Cataluña. Pero eso no es lo peor, tampoco han entendido las necesidades del país entero por eso no aprovechan las inmensas oportunidades de España para beneficio de todos. Les podré un ejemplo de infraestructuras para no meterme en otras sensibilidades políticas. 

En España aún no se ha entendido que la producción mundial se ha desplazado a los llamados tigres asiáticos (China, Japón Indonesia, India, Singapur, Corea, etc.) y que esos países traen sus productos a Europa por barco. Ahora han de ir hasta los puertos ingleses u holandeses, pero si encontraran uno o más puertos en el Mediterráneo en el que poder descargar, y con una buena comunicación ferroviaria con el resto del continente, esos barcos podrían hacer más viajes, lo que supondría más negocio para los países productores, así como para las compañías navieras, a parte de un precio más barato de esos productos en toda Europa por un desplazamiento más corto. 

Y para el país que tuviera los puertos en cuestión supondría un canon por cada contenedor desembarcado, en definitiva un caudal de millones de euros anuales… que podríamos aprovechar si tuviéramos el corredor mediterráneo. Pero en España se cree que el corredor es para Cataluña y por eso dicen que, o se hacen tres o cuatro corredores o no se hace ninguno. En fin que, como el perro del Hortelano, España ni come ni deja comer.
http://www.lavanguardia.com/politica/20120407/54282372421/gobierno-deja-corredor-mediterraneo-puntos-suspensivos.html 



Game over. El juego se ha acabado (12 octubre 2012)

El juego se ha acabado. España y Cataluña ya no pueden estar unidas como hasta ahora. Sería mejor que no hubiéramos llegado a este punto pero esta es la triste realidad. 

Dicen que en Cataluña no nos identificamos con España. ¿Cómo podemos identificarnos con alguien que nos trata como a una colonia? Hace unos meses uno de los padres de la Constitució, don Gregorio Peces Barba (que en paz descanse) hacía mofa de una de nuestras tragedias nacionales al recordar que a Barcelona había que bombardearla cada 50 años (http://elcomentario.tv/reggio/peces-barba-esta-vez-no-se-tendra-que-bombardear-barcelona-de-enric-juliana-en-la-vanguardia/28/10/2011/), ahora el ministro de Justícia, Alberto Ruíz Gallardón, nos ha recordado que nos quieren para que sigamos pagando y no se vaya todo al traste (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/08/barcelona/1349707396.html?cid=CM0803) y el ministro de Educación, José Ignacio Wert ya ha dicho que quiere adoctrinarnos (http://www.libertaddigital.com/espana/2012-10-10/wert-nuestro-interes-es-espanolizar-a-los-alumnos-catalanes-1276470974/). Eso es lo que se les hace a las colonias: someterlas, exprimirlas y evangelizarlas.

Se nos dice que Cataluña no siente el proyecto de España. Pero lo cierto es que España no tiene más que un proyecto: el de construir el gran Madrid donde converjan todos los AVE. El resto del país les tiene sin cuidado mientras tengan dinero para mantenerlo calladito a base de subvenciones. Lo que no han explicado nunca es de donde sale el dinero y se han cuidado muy mucho de que los ciudadanos ni lo sepan ni se lo planteen.  Quizá deberían empezar a explicar que el dinero salía de Cataluña (así como de unas pocas Comunidades Autónomas más) y de los fondos europeos, básicamente porque tanto los de dentro como los fuera del país ya estamos hartos de pagar. 

Con independencia de lo que ocurra en Cataluña, en poco tiempo se dejarán de recibir los fondos europeos, es más, España se convertirá en contribuyente neto y pasará a pagar a otros países de la UE en peores condiciones que nosotros. ¿Cómo lo harán entonces? ¿Han preparado al país para ese cambio?



9 medidas para salir de la crisis (21 octubre 2012)

Estoy bastante preocupado por el tema de la crisis, supongo que como lo estamos todos en alguna u otra medida. Pero creo que el problema no es sólo salir de esta crisis sinó de como posicionarnos para evitar que esta situación vuelva a repertirse de nuevo en el futuro, por eso quiero exponer algunas ideas para salir de la crisis con ciertas garantías para el futuro.


Medidas para regenerar la política:

1.    Cambiar el sistema electoral por uno que garantice la dinamización de la vida política. Listas abiertas, dos legislaturas máximo, dos vueltas con un mínimo del 12’5 % de votos para pasar a la segunda y una fecha concreta de las elecciones sin posibilidad de avanzarlas por intereses electorales.

2.      Limitar el ámbito de influencia política. El país no puede ser botín electoral de nadie

3.   Aumentar el nivel de exigencia de los cargos electos. Rendir cuentas de la gestión económica, a parte la política, al final de cada legislatura.

Medidas para la regeneración económica:

1.   Exigir responsabilidades tanto a los que han generado los déficits, como a los que tenían que velar para evitarlos (banco central, agencias de rating) y a los que les dieron el visto bueno a unas cuentas llenas de agujeros (empresas auditoras). Hacer devolver las indemnizaciones de los directivos del déficit para no perpetuar la cultura de que la manipulación y el trabajo mal hecho tienen recompensa. En este punto nos jugamos nuestro futuro y nuestra credibilidad.  

2.    Dejar caer un banco (Bankia) asegurando los depósitos de los clientes. Con ello conseguiremos mejorar la calidad futura de nuestro sistema bancario y eliminar la necesidad de rescate europeo (que habría que devolver con intereses).

3.     Decirles a los bancos extranjeros que de momento solo los devolveremos el 50% del dinero que nos han prestado, el resto dependerá de su responsabilidad en la crisis. Esto no gustará a la Sra. Merkel pero tampoco le gustará una Europa con Grecia, Portugal, España e Italia hundidas.

Medidas para la racionalización del Estado:

1.     Redefinir las autonomías. Se podrían eliminar les 10 que no aceptaron las transferencias de sanidad hasta enero del 2002, ja que demostraron no entender que gobernar y prestar servicios supone ejercer una gran responsabilidad. 

2.   Reducir el Estado a los organismos imprescindibles y eliminar los duplicados o de dudosa utilidad. Cerrar las Diputaciones (sus competencias pasarían a las CCAA). Cerrar el  Senado. Reducir el número de municipios.

3.   Nueva  política estatal de infraestructuras. Abandonar las obras faraónicas y ruinosas, y cambiarlas por otras productivas y que ayuden a sacar el país adelante. Crear el corredor del Mediterráneo. Potenciar viveros de empresas.

Estas medidas no gustaran a mucha gente pero sin ellas corremos el riesgo de caer de nuevo en la misma piedra en pocos años.  
 

¿Por què Shululandia? (2)

¡Pobre comandante del puesto de policía!, no llegó a entender nada de lo que le ocurría. A él, que le parecía todo tan lógico y tan bien organizaado. Le habían dicho que matar a un negro no era un asesinato y además que los negros se mataban en un determinando lugar de la casa y no en otro distinto. No entendía que las personas pueden llegar a relacionarse y hasta a quererse por encima de las costumbres y de las leyes. Todo el mundo que rodeaba al pobre comandante se desmoronó ante una situación especial, que desafiaba a la ortodoxia que él conocía.

¿No es eso mismo lo que nos ocurre en España? ¿Acaso no vivimos en un país de fantasía que se desmorona por todas partes como el del comandante de nuestra historia?
 
Hemos creado un país de ilusión, un mundo artificial: 
-         Hemos hecho de la subvención una forma de vida, incluso más segura y lucrativa que las iniciativas productivas, siempre sospechosas para cualquier español de bien, convencido de que el dinero sólo se gana con malas artes, mientras que una subvención es lo más natural del mundo.  
-         Hemos hecho de la mediocridad la única referencia visible tanto en la sociedad como en los medios de comunicación, despreciando la excelencia, el esfuerzo y el trabajo duro.
-         Tenemos un sistema que sólo recompensa la chapuza, la manipulación y el trabajo mal hecho, como estamos viendo con las indemnizaciones millonarias de muchos responsables de empresas después de llevarlas a la ruina. O con algunas victorias electorales de candidatos que han llevado a sus comunidades autónomas a un 35% de paro.
-         Un país que ha confundido ser europeos con tener edificios e infraestructruras nuevas, aunque no las necesitemos ni sepamos para qué sirven,  y así nos hemos embarcado en unas obras faraónicas y sin sentido, que para mantenerlas hay que despachar pedir gente, como si los servicios a las personas los prestaran los ladrillos, el mármol y los cristales de los nuevos edificios.
-      Un país con una clase política que, salvo honradas excepciones, ha hecho del despilfarro y la mala gestión un sello de identidad ya que nunca han entendido que la riqueza hay que crearla antes de poder repartirla. Por eso, aquellos que deberían resolver los problemas, son considerados uno de los principales problemas del país y por eso en Europa, y en el resto del mundo, no tenemos ninguna credibilidad.  
-      Un país que jamás a lo largo de su historia ha sido capaz de dar trabajo a todos sus habitantes y que sin embargo nunca ha explotado todas sus inmensas posibilidades geopolíticas y humanas.
-      Un país donde la excelencia y el éxito no levanta más que envidias y celos, hasta ser eliminada de raíz, como decía aquel, por lo civil o por lo criminal.  
-      Un país donde, con un 35% de fracaso escolar entre los alumnos que solo hablan un idioma, la máxima preocupación del ministerio del ramo es adoctrinar a aquellos alumnos que tienen menos fracaso escolar pese a hablar dos idiomas.

Mejor que pare porqué estoy empezando a tener el mismo dolor de cabeza que el comandante del puesto de policía. Lamento tanto que mi país sea de esta manera, que prefiero escribir como si se tratara de las cosas de esa tierra imaginaria de Tom Sharpe, a la que he llamado Shululandia, porque muchas de se parecen más a ellas que a esa España que los medios de comunicación, principalmente los de la capital del reino, nos quieren hacer creer.



¿Por qué Shululandia? (1)

¿Por qué Shululandia?


No tengo nada contra los zulús ni mucho menos contra su país, que debe ser maravilloso, especialmente ahora que en Sudáfrica ya no existe aquella abominación para la raza humana que era la discriminación del Aparheid (http://es.wikipedia.org/wiki/KwaZulu-Natal). El nombre del Blog responde simplemente al inicio de uno de los libros de Tom Sharpe, la “Reunión tumultuosa” que en sus páginas iniciales explica esta situación ambientada precisamente en Zululandia.

La señorita Hazeltone telefoneaba para informar que acababa de matar a su cocinero zulú. El comandante de puesto podía hacerse cargo perfectamente del asunto. Como policía, también él había matado a tiros en su tiempo a muchos cocineros zulúes. Además había ya un procedimiento establecido para resolver estas cuestiones. El comandante inició la fórmula rutinaria.
-          Usted quiere informar de la muerte de un cafre -comenzó.
-          Acabo de asesinar a mi cocinero zulú –gruñó la señorita Hazelstone.
-          Eso fue lo que dije –dijo él  conciliatorio-. Que quiere usted informar de la muerte de un negro.
-          Yo no quiero hacer nada de eso. Le he dicho que acabo de asesinar a Cinco Peniques.
 El comandante lo intentó de nuevo
-          La pérdida de cinco peniques no constituye un asesinato.
-          Cinco Peniques era mi cocinero.
-          Matar a un cocinero tampoco constituye un asesinato.
-          ¿Qué es entonces un asesinato? –la seguridad de la señorita Hazelstone en su propia culpa comenzaba a tambalearse ante el diagnóstico favorable de la situación dada por el comandante.
-          Matar a un cocinero blanco puede ser un asesinato. Es improbable, pero puede ser. Pero matar a un cocinero negro no. Bajo ninguna circunstancia. Matar a un cocinero negro se considera defensa propia, homicidio justificado o eliminación de basura. ¿Ha probado usted a llamar al Departamento de Higiene? – preguntó.
-          Acabo de matar a mi cocinero zulú.
El comandante ignoró de nuevo la autoacusación
-          ¿El cadáver está en la casa? –preguntó
-          El cadáver está sobre el césped –informó la señorita Hazelstone.
 El comandante suspiró. Siempre igual. ¿Por qué la gente no mataría a los negros dentro de la casa, que era donde tenían que hacerlo?
-          Tardaré unos cuarenta minutos en llegar allí –dijo-. Y cuando llegue, encontraré el cadáver en la casa.
-          No señor –insistió la señorita Hazelstone-. Lo encontrará usted en el césped, en la parte de atrás.
El comandante volvió a intentarlo.
-          Cuando yo llegue el cadáver estará dentro de la casa –dijo, muy despacio esta vez.
Pero la señorita Hazelstone no parecía impresionada.
-          ¿Acaso insinúa usted que debo cambiar de lugar el cadáver -preguntó furiosa.
El comandante se quedó sobrecogido ante la sugerencia.
-          Desde luego que no –dijo-. No tengo el menor deseo de causarle molestias a usted, y además, podría haber huellas dactilares. Puede mandar usted a los criados que lo hagan.
-          Me da la impresión de que está usted sugiriéndome que altere las pruebas de un delito –dijo, lenta y amenazadora-. Me da la impresión de que intenta usted convencerme de que obstaculice la acción de la justicia.
-          Señora –interrumpió el comandante, yo sólo intento ayudarle a cumplir la ley.
El comandante se detuvo, buscando las palabras. 
-          La ley dice –continuó- que es un delito matar cafres fuera de la casa. Pero la ley también dice que es perfectamente admisible y adecuado matarlos dentro de casa si han entrado ilegalmente.
-          Cinco Peniques era mi cocinero y tenía todos los derechos legales a entrar en la casa.
-          Me temo que en eso se equivoca usted –continuó el comandante-. Su casa es zona blanca, y ningún cafre tiene derecho a entrar en una zona blanca sin permiso. Al disparar contra él le negó usted el permiso para entrar en su casa. Yo creo que puede enfocarse la cosa de ese modo sin problema.
Hubo un silencio al otro extremo de la línea. Era evidente que la señorita Hazelstone se había convencido.
-          Llegaré ahí dentro de unos cuarenta minutos -prosiguió el comandante, añadiendo esperanzado-: y confío en que el cadáver…
-          Vendrá usted en un plazo de cinco minutos y Cinco Peniques estará en el césped, que es donde lo maté –gruñó la señorita Hazelstone, al tiempo que colgó el teléfono.  

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La señorita Hazelstone era vieja, fea, parlanchina y brusca hasta el punto de la grosería. Oír su voz, una voz aguda y destemplada, totalmente inconsciente de sí misma, era oír la verdadera voz del Imperio Británico. La columna que escribía sobre la vida refinada y normas de etiqueta aparecía en todos los periódicos del país, por no hablar ya de sus frecuentes artículos en las publicaciones femeninas más famosas.   

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Los restos de Cinco Peniques estaban esparcidos por el césped….
-          En cuanto al cocinero –comenzó el comandante-, ¿he de interpretar que estaba usted descontenta con su forma de cocinar?
-          Cinco Peniques era un cocinero excelente –declaró enfáticamente la señorita Hazelstone.
-          Ya veo –dijo el comandante irónicamente.
-          Cinco Peniques era un verdadero especialista culinario –continuó la señorita Hazelstone.
-          ¿De veras? ¿Y cuando descubrió usted por primera vez lo que se proponía?
-          Casi desde el primer momento.
-          ¿Y le permitió usted seguir? –preguntó asombrado el comandante.
-          Por supuesto que sí. No pensará usted que iba a impedírselo, ¿no? –masculló la señorita Hazelstone.
-          Pero su deber como ciudadana….
-          Pamplinas mi deber como ciudadana, ¿Por qué demonios había de obligarme mi deber como ciudadana a despedir a un excelente cocinero?
El comandante hurgó entre los recodos de su mente conmocionada por la explosión, buscando una respuesta aceptable.
-          Bueno, al parecer, le ha disparado usted por eso - dijo al fin.
-          Yo no hice nada de eso – masculló la señorita Hazelstone-. La muerte de Cinco Peniques fue un “crime passionel”.
El comandante intentó imaginar lo que podía ser un Creme Pasión Nell. La muerte de Cinco Peniques se parecía más, en su opinión, a la explosión de una morcilla. Y en cuanto a las porciones que sus ayudantes intentaban juntar, hasta a un carnicero de perros le habría resultado difícil dar con una descripción adecuada de ellos.
-          Un Creme Pasión Nell – repitió lentamente, con la esperanza de que la señorita Hazelstone acudiera en su ayuda con un  término más familiar. Lo hizo.
-          Un asesinato pasional, imbécil – masculló.
El comandante cabeceó. No había supuesto en ningún momento que pudiera haber sido otra cosa. Nadie en su sano juicio habría infligido aquellas heridas sobrecogedoras a Cinco Peniques a sangre fría y sin que mediasen sentimientos de algún género.
-          Oh, comprendo, comprendo –dijo.
Pero la señorita Hazelstone no tenía intención alguna de permitirle mantenerse al abrigo de aquel cómodo malentendido.
-          Quiero que entienda que mis sentimientos hacia cinco Peniques no eran los que suelen prevalecer entre señora y criado –dijo-.Lo que pretendo explicarle –continuó-, es que yo estaba enamorada de él. Cinco Peniques y yo éramos amantes. Nos amábamos con una lealtad profunda e imperecedera
Al comandante le daba vueltas la cabeza. Ya era bastante tremendo tener que intentar comprender, aunque sin esperanza, qué demonios podría haber hallado la señorita Hazelstone en un cocinero negro que pudiera resultar atractivo de algún modo, no digamos ya intentar imaginar cómo un cocinero negro podía estar enamorado de ella.
-          Continue – balbuceó involuntariamente.
La señorita Hazelstone parecía feliz de poder continuar.
-          Nos hicimos amantes hace ocho años y fuimos muy felices desde el principio. Cinco Peniques comprendía mis necesidades sentimentales. Por supuesto, no podíamos casarnos, debido a esa absurda Ley de Inmoralidad. Así que teníamos que vivir en pecado. 
El comandante estaba ya más allá de la conmoción. La miraba con ojos desorbitados.
-          Pero aunque no estuviéramos casados –continuó la señorita Hazelstone-éramos felices. He de admitir que no hacíamos mucha vida social, pero cuando se llega a mi edad, lo único que una quiere es hacer una vida tranquila en casa, ¿no piensa usted igual? 
-          Por supuesto, tuvimos nuestros problemillas al principio –decía la señorita Hazelstone-. Existían pequeñas incompatibilidades en nuestras actitudes y también, claro, debido a nuestros diferentes atributos físicos… Un hombre de la experiencia de usted, comandante, sabrá, naturalmente, a qué me refiero.


Bien, será mejor que paremos. Si alguien quiere saber más sobre las diferencias en los atributos o del porqué la señorita Hazelstone mató a su cocinero, mejor que lea el libro y pasará un rato bien divertido. 

Por mi parte cambiaré la Z por SH (de Sharpe) para llamarle al blog Shululandia, así que en realidad sería el mundo descrito por Sharpe, en vez de la tierra de los zulús.