domingo, 19 de enero de 2014

Gamonal: final de trayecto (Castellano)

De las múltiples noticias que aparecen cada día en los medios de comunicación, pocas acaban formando parte de la Historia, en mayúsculas. En cambio esta semana hemos tenido un acontecimiento que estoy seguro de que sí pasará como el final de una etapa, me estoy  refiriendo a los hechos de Gamonal donde los vecinos, hartos de una forma de hacer política caduca, rancia y que solo favorece a los mismos políticos, a los constructores y a la gran banca, han dicho basta, parando las obras de un bulevar que no necesitan y que no están dispuestos a que se haga con sus dineros, mientras les cierran las guarderías y les recortan los servicios básicos.

Los acontecimientos de este barrio de Burgos, y sus repercusiones en todo el Estado, son de una transcendencia fundamental porqué acabaran cambiando la forma de ejercer el poder en este país, ya que han puesto de manifiesto que la gente  está harta de que les tomen el pelo, están cansados de que les consideren menores de edad a los que se puede manipular, están hastiados de que les mimen durante los 15 días de la campaña electoral y les engañen y les roben el resto de la legislatura.

La gente quiere otra ley electoral ya que la actual nos ha llevado a tener la clase política más mediocre de todos los países occidentales; quiere listas abiertas, para que los diputados les escuchen y no acaten ciegamente la disciplina de voto; quiere que los cargos de máxima responsabilidad no se puedan ejercer durante más de dos legislaturas, como tienen incluso Senegal o Mali; pero sobre todo quiere otra forma de hacer política, que no juegue con los dineros públicos, y que les tenga más en cuenta en aquellas decisiones que les afectan más directamente.

La democracia representativa fue una gran solución, cuando las comunicaciones eran lentas y la información tardaba mucho en llegar a todas partes, pero en pleno siglo XXI, con los medios de comunicación, con Internet y con la revolución tecnológica, que nos permite acceder a la información al mismo tiempo que los políticos, no tiene sentido que ellos sean los únicos que tomen las decisiones, principalmente porque la gente confía más en su propia capacidad para decidir cómo han de funcionar las instituciones, el Gobierno y las corporaciones, sobre todo después de ver algunas gestiones plagadas de irregularidades, tráfico de influencias, corrupción y despilfarro. 

Lo que pone de manifiesto Gamonal es el final de una etapa, de unos políticos y de una manera de hacer política. Quien quiera sobrevivir tendrá que cambiar, en caso contrario, el futuro le pasará por encima.   

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