¿Creen ustedes que
el logro de Cristóbal Colon es menos importante por los errores que cometió en sus
últimos días? ¿O que la fuerza de gravedad atrae menos hacia el centro de la tierra
por el hecho el de que Newton fuera amante de la alquimia? Pues lo mismo pasará
con Jordi Pujol: sus pecados no le quitaran el mérito de ser el artífice de la Cataluña
que conocemos hoy.

Con esta carta le
quiero agradecer su mejor aportación a la política catalana y española, que no
es otra que la que hizo el día 25 de julio, reconociendo que tenía dinero en el
extranjero no declarado. Y como puede parecer raro, me explicaré.
Mientras estuvo en
activo tuvo una autoridad tan incuestionable que era un referente, no solo en
Cataluña sino en todo el estado. En España fue respetado por sus adversarios y
aquí, durante su presidencia, se llegó a
confundir con el país.
Pero la
declaración del 25 de julio lo ha cambiado todo, lo ha convertido en un hombre con
defectos como cualquier otro y así ha abierto los ojos de la gente. Nunca más los
catalanes cometeremos el error de confundir a un individuo con el país, nunca
más debemos permitir que un presidente nos gobierne durante 23 años, porqué es
intrínsecamente malo.

Esta es la última aportación del Sr. Pujol, quizá la más valiosa de todas, la que puede cambiar a mejor el funcionamiento democrático no solo de Cataluña sino de todo el estado por eso: muchas gracias president.
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