Tragicomedia en el Senado (Castellano)

En la comparecencia de hoy del Senado el Sr. Rajoy se ha defendido de la acusación de que su Gobierno sea la cueva de Alí Babá, atacando a la toda la oposición, cuando en realidad tales acusaciones no proceden de la oposición, sino de dirigentes de su propio partido, gente de su total confianza hasta hace cuatro días, de los medios de comunicación que le son afines y últimamente hasta de mandatarios internacionales.

Por fin ha nombrado a Bárcenas, pero tampoco hacía falta, él no es el problema como lo demuestra el hecho de que estén imputados en casos de corrupción los tres ex tesoreros del PP, así como altos cargos de todos los partidos. Sin embargo no ha querido asumir que el problema es un modelo político agotado por su opacidad. Ha asegurado estar preocupado por la imagen de España, pero esta se deterioró en el momento en que apareció una supuesta contabilidad B del PP i no se abordó a tiempo.

Más lamentable me ha parecido el papel del Sr. Rubalcaba, que no tiene ni argumentos ni credibilidad ya que representa lo más añejo del PSOE, ha sido rechazado por la opinión pública con la peor derrota electoral de la historia de su partido y además no ha sido capaz ni de integrar a la corriente representada por la Sra. Chacón tras las primarias, sino que se decantó por el viejo cainismo español que se resumen en el lema “Ay de los vencidos”, arrinconándola y condenándola al ostracismo. Me sorprende que siendo a todas luces una persona inteligente, que ha demostrado ser un político brillante, no acepte que su momento ha pasado, que debe dar paso a líderes nuevos que regeneren el partido y el proyecto, que frenen el marasmo en el que se encuentran con propuestas entusiasmantes, aprovechando la actual crisis del capitalismo. 

 

Pero la parte más trágica es que ninguno de los dos actores parece darse cuenta de que en España se ha acabado una forma de hacer política, que hay que cambiar la ley electoral, la de financiación de los partidos políticos, la de los entes locales y algunas más. Que ha llegado la hora de la transparencia, la responsabilidad y la ética. Que hay que dejar de considerarlo todo como parte del botín electoral, principalmente la Justicia. Que necesitamos una regeneración política y democrática para dejar de ser la anomalía de Europa.