El gran disparate (castellano)

Indultos, amnistías, órdenes de extradición, exiliados, represaliados… Espero que todos esos “árboles” no les impidan ver el “bosque” de verdad, porque esto es mucho más sencillo de lo que pretenden hacernos creer.

Todo tiene dos responsables principales. El primero es Mariano Rajoy, el político más gandul e incompetente desde la Transición que, para no hacer su trabajo, trasladó los temas que le eran incómodos a la Justicia.

El segundo es esa misma Justicia que, en vez de inhibirse ante los asuntos políticos, como hizo con la legalización del Partido Comunista en 1977, decidió intervenir en ámbitos que no eran de su incumbencia.

Y su intervención fue para condenar por hacer un referéndum, cosa que en España no es delito desde 2005; para encarcelar por rebelión, sin uso de armas; y por sedición, algo que no existe en el resto de Europa. 

Todo ello en una parodia de juicio lleno de irregularidades y condenas severas, con el fin de darle una lección al independentismo, aunque fuera a costa de perder su honor, su dignidad y su respetabilidad.

Ahora toca deshacer aquel entuerto, porque razones políticas (que no jurídicas) así lo exigen, y cuando se haga pondrá en evidencia que los esfuerzos del TS estuvieron fuera de lugar al tratarse de temas políticos, no jurídicos. 

En fin, un presidente gandul e incompetente, pidiéndole a la Justicia que entre en Política para hacerle el trabajo sucio; y una Justicia que se arremanga y la hace para escarmentar a una parte del país. ¿Qué podía salir mal?