domingo, 10 de agosto de 2014

Gobierna como puedas 5 y 1/3 (castellano)

¿Recuerdan la película “Agárralo como puedas”, que era una sucesión de gags sin sentido argumental? Pues el Gobierno del PP me la recuerda con frecuencia, aunque con menos gracia.

Si estábamos sorprendidos por la mediocridad de nuestra clase política, el actual elenco de ministros esperpénticos es tan numeroso que parece un casting para elegir al más torpe de la clase, y además ni siquiera se preocupan en disimular que gobiernan solo para una minoría, conscientes de que aquí todo vale, nunca pasa nada, ni hay que dar explicaciones.

El Sr. Gallardón, no solo ha sido incapaz de mejorar la justicia para los ciudadanos o de impulsar las reformas que necesita, sino que además ha logrado proezas que nunca se habían dado en este país como una huelga de jueces, fiscales y abogados. Tampoco ha podido impulsar ninguna de las propuestas que traía bajo el brazo, porque incluso los de su propio partido las ven demasiado conservadoras. Eso sí, ha perjudicado el prestigio de nuestra justicia, apartando a los jueces que investigaban aquello que no le gustaba e incumpliendo todos los requerimientos internacionales que se nos hacen desde cualquier instancia mundial. Su aportación a la jurisprudencia ha sido una ley que ha permitido excarcelar directamente a grandes narcotraficantes, una vergüenza para todos
.
La Sra. Mato está totalmente desautorizada desde que salieron los papeles del  Sr. Bárcenas y, en cualquier país civilizado estaría dimitida o cesada. Esperemos que lo de traer el Ébola a Europa la salga bien o se hará un  hueco lamentable en los libros de historia. En cualquier caso, que el propio Gobierno no quiera que hable sobre el traslado del infectado hasta el Hospital Carlos III, indica la consideración que tiene entre sus propios colegas del gabinete.

El Sr. Wert es sin duda el peor ministro que ha tenido España en su reciente democracia. Convencido de que la mayoría absoluta sirve para aplastar y no para consensuar, se ha empeñado en devolvernos al nacionalcatolicismo de los años 40, lo que hará un daño terrible a nuestros hijos durante décadas. Para contentar al Sr. Rouco Varela, no ha dudado en ponerse en contra a todos los que tienen algo que ver con la educación: alumnos, padres y maestros. El resultado es que nos ha hecho perder cuatro años, incapaz de mejorar la educación y despolitizarla, que es lo primero que se necesita, a la vez que nos ha restado competencia y credibilidad.

El Sr. Soria es el único español que no acepta que el futuro energético del país pasa por las energías alternativas: sol, aire y mareas. Pero no es que no lo vea, sino que sólo piensa en su futuro puesto en el consejo de administración de una energética. Me pregunto cómo puede presentarse ante los españoles, asegurando que no quiere que la factura de la luz suba un 11%, para después dejarles que la suban un 18%, sin que se le caiga la cara de vergüenza.

La Sra. Báñez es la más cándida del Gobierno. Ni entiende el problema del paro ni sabe qué hacer con él. La causa es bien sencilla: como ella ha logrado un cargo de tanta responsabilidad sólo por tener el carne del PP, no se explica que personas mejor formadas no hagan lo mismo que ella y se apunten al partido, en vez de hacerlo en el INEM.

El Sr. Cañete, un político acostumbrado a hacer las cosas sin más argumentos que los gonadales, se mostró públicamente como un machista que desprecia a las mujeres, sobre todo a las que son más inteligentes y educadas que él. En cualquier país normal sería apartado de todo cargo público, por pura dignidad nacional, sin embargo aquí el PP le mandó a Europa, donde tiene la oportunidad de avergonzarnos, no sólo a nosotros sino a todo el continente.

El Sr. Montoro es el Harpo Marx del Gobierno. Con actitudes chulescas de barrios altos, no duda en amenazar a cualquiera sin prueba alguna, porque el caso es asustar a la gente para mostrar galones. Sus medidas impositivas son las que han acabado de hundir el país en la miseria, al desplomar el consumo y arrasar a la clase media, que es la que debería sacarnos de la crisis. Es un desastre sin paliativos para el país, y sus equivocaciones harán que nos cueste varios años más que a los demás salir del agujero donde nos ha metido. Por si fuera poco, sin mover un dedo contra el fraude fiscal, no ha dudado en favorecer a los defraudadores de grandes fortunas con una amnistía fiscal vergonzosa e indigna en la situación actual.

El Sr. García Margallo intenta ser el Pepito Grillo de la consciencia nacional, con aquello de la “marca España”, aunque aún no ha caído en la cuenta de que el respeto, tanto interno como externo, hay que ganárselo antes de exigirlo y, en su terreno, la falta de una política exterior coherente no es una buena carta de presentación. Su intento de entrar en la primera división de la diplomacia mundial enviando a un funcionario español a inspeccionar un avión boliviano, en un aeropuerto austríaco, a la búsqueda de un ciudadano norteamericano, es uno de los mejores gags del “Gobierna como puedas 5 y ⅓” del PP.  

En toda película de “Agárralo como puedas” no puede faltar una chica resultona y sin cerebro, que aquí no es otra que la Sra. De Cospedal, alguien tan irresponsable que no duda en meterse con el malvado de la película, el Sr. Bárcenas, que la arremanga, la abofetea y la abandona a su suerte, mientras los espectadores, aunque nos caiga simpática, no podemos dejar de preguntarnos aquello de “¿si no quieres polvo para qué vas a la era?”. Pero no nos engañemos, su propuesta de que los parlamentarios de Castilla La Mancha no cobren demuestra tanto su populismo (por más que critique a Podemos), como su creencia de que a la política solo deben ir los de su clase, es decir los que puedan permitirse estar una temporada sin cobrar, hasta que empiecen a recibir sobresueldos para compensarles.

Todo este elenco de sinsentidos, está presidido por el Sr. Rajoy, nuestro Leslie Nielsen, que deja actuar mientras él se esconde tras un plasma sin que se pueda asegurar nunca si va o si viene. Sorprende que quiera ser el presidente de un país moderno mientras reconoce que una parte de los papeles de Bárcenas, que implican a miembros de su gobierno en el cobro de sobresueldos no declarados a Hacienda, son ciertos, sin tomar medidas para hacer dimitir a los implicados en el desaguisado. Pero aún sorprende más su cerrazón e inmovilismo, impropio de un político con sentido común, que le impide enfrentarse con lógica y argumentos a la petición de ejercer la democracia de una parte del territorio, como ocurre con Cataluña.

Para terminar, uno se pregunta cómo es posible que la novena economía mundial tenga al frente a tal pandilla de esperpentos, y la respuesta es que todo ello ocurre por dos motivos:

-       El primero es la existencia de un sistema electoral sin listas abiertas, ni límites en el número de legislaturas, que favorece el ascenso de la mediocridad para instaurarla en los cargos durante años. Y resulta que el poder, como ocurre con el agua, cuando no se mueve se pudre.

-    Y segundo, porque cuando se permite a los mediocres poner a dedo a sus sucesores, no lo hacen pensado en el bien del partido, y mucho menos del país, sino en asegurarse aquello de que “quien te substituye te hará bueno”, por lo que nombra a alguien más mediocre que él. Así nos va.


Esta es la situación actual y, si no la cambiamos, el futuro será más negro pues los gobernantes serán aún peores, pero esa no es la peor noticia, lo peor es que hacerlo depende de nosotros. De nada sirve descargar nuestra responsabilidad y quejarnos por lo que tenemos, pues nosotros les pusimos en los cargos. Por más importante que sea un presidente  o un ministro, no dejan de ser nuestros empleados. Ellos son los gerentes y directores de esta empresa llamada España, pero no debemos olvidar que nosotros somos los propietarios, los miembros del consejo de Administración, con poder para ponerlos o quitarlos, y uno no tiene empleados para que le ocasionen problemas sino para que se los resuelvan, en caso contrario debe tomar medidas.  

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