Deberían ir juntos a las
elecciones y, para evitar las diferencias legítimas que puedan tener, llevar solo
un punto como programa electoral: conseguir la independencia lo antes posible.
¿Para qué hacer
propuestas económicas, si con la independencia podríamos tener más de 15.000
millones de Euros anuales más?
¿Para qué hacer
propuestas sobre sanidad, educación o jubilaciones si con ese dinero podríamos mejorar
todos los servicios públicos?
¿Para qué hacer
propuestas sociales si el Estado impide proteger a los ciudadanos, por eso
deroga leyes catalanas como la que prohíbe cortar la electricidad a los más
vulnerables?
¿Para qué hacer
propuestas de seguridad, si el Estado nunca perdonará que los Mossos de Esquadra fueran tan eficaces
en el atentado de Las Ramblas?
¿Para qué hacer
propuestas sobre el mercado laboral, mientras sigamos en un Estado que tiene más
de un 15% de paro estructural, desde hace más de 40 años, y que antes de eso
exportó millones de trabajadores a todo el mundo?
Caprichos del dictador que él no respetó.
¿Para qué hacer
propuestas de dignidad y regeneración política si en España se sigue venerando a
un golpista asesino, los violadores se premian con títulos nobiliarios, los
torturadores con medallas y no se puede investigar a quien toda Europa dice que
es un ladrón?
¿Y todo porque lo dice una
Constitución, hecha bajo amenaza de los militares, para consolidar los
caprichos de un dictador muerto hace más de 40 años? Pues me parecen pocos motivos.
BASTA DE REPRESIÓN
AMNISTÍA PRESOS POLÍTICOS
AUTODETERMINACIÓN
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