Hace días... (castellano)

Hace días que tengo este blog desatendido. Lo cierto es que desde la salida al mercado de mi libro: “Un país sin manual de instrucciones” he estado bastante ocupado preparando presentaciones y ello me ha impedido escribir.

Así pues, no ha sido por falta de ideas ya que semanalmente, y a veces diariamente, salen a los medios de comunicación noticias que me sugieren nuevos comentarios, escritos y críticas mordaces, pero uno no tiene más remedio que reprimirse si no quiere traspasar el umbral de la buena educación que es el que debe presidir siempre las relaciones humanas, por más inhumanos que sean algunos de sus protagonistas.  

Como ciudadano es una desgracia tener un gobierno del Estado tan mediocre, porque como he dicho en alguna ocasión es producto de una ley electoral que solo favorece la ascensión al poder de la mediocridad y por tanto este es el más mediocre de los últimos 35 años, y la única esperanza de que algún día le veamos menos mediocre es que el próximo sea un gobierno socialista presidido por Susana Díaz, que ya se está postulando como sucesora de Pérez Rubalcaba, al ser la representante de la poderosa federación andaluza del PSOE. Es por eso que tener un 35% de paro en su comunidad, un 35% del presupuesto procedente de subvenciones y una corrupción generalizada, tras más de treinta años sin cambiar el color político, le parece tan poca cosa que ha de venir a Cataluña a regañarnos por no hacerlo bien.

Para ser justos, debemos reconocer que este gobierno, así como los sujetos venidos a más por obra y gracia de un carnet político o sindical, como la Sra. Díaz, que además se creen en posesión de verdades absolutas, y en consecuencia con el deber de adoctrinarnos, son una bendición para todos los programas de humor que nos distraen y entretienen así que, si no fueran tan nefastos, deberíamos rezar para que Dios nos los conservara durante mucho tiempo. Por mi parte preferiría escribir de otros asuntos si no fuera porque lo que ocurre en el país me sulfura al ver como entre la incompetencia de unos y la ceguera de otros están destrozando uno de los países más magníficos de todo el planeta.