domingo, 16 de febrero de 2014

Una de fútbol (Castellano)

Los que me conocen saben que no me gusta el fútbol y que el único partido que he visto entero por televisión fue en el año 1974. Para que se hagan una idea, el otro día sentí que el “Tata” tendría una lucha sin cuartel contra el “Cholo” y pensé que estaban hablando de un capítulo de Aida, pero parece ser que hablaban de fútbol.

A pesar de todo he de confesar que recientemente este deporte ha adquirido para mí un nuevo significado, ahora es mucho más próximo y ya puedo entender aquello de que “hemos ganado”, en primera persona del plural, como si nos fuera algo en ello. No, no ha sido una revelación de las bondades de lo que llaman el “deporte Rey”, sino el descubrimiento de que, entre todos los clubs de fútbol, le deben a hacienda, es decir que nos deben a todos, más de 500 millones de euros. ¡Con razón la gente le pone tanta pasión!

Todo lo que rodea al fútbol me parece esperpéntico pero ahora, quizá por la bendita crisis que hace que el dinero no fluya con tanta alegría, la situación se ha destapado y resulta que entre todos tienen unas deudas de más de 3.600 millones de euros y que varios presidentes de clubs están en la cárcel, en un país donde nadie de cierto nivel acaba entre rejas.

Lo que me sorprende es que de esto no habla nadie, simplemente cogemos la bufanda de nuestro equipo y vamos al campo a animar sin pedirle explicaciones a nadie. Cómo podemos seguir anunciando que tenemos la mejor liga del mundo, si es de cartón piedra? ¿Por qué seguimos endeudándonos, con contratos millonarios a veinteañeros que no aportan nada de provecho a la sociedad? 

Por si fuera poco, la Generalitat Valenciana ha avalado a los clubs de primera división de su comunidad, lo cual es una postura muy inteligente (por parte de los clubs, claro). De esa manera los políticos autonómicos, que han de decidir en qué se gastan los recursos públicos, destinaran el dinero de todos los valencianos, incluidos los pensionistas, los enfermos, los niños, los afectados por la ley de la dependencia, y naturalmente de aquellos a los que no les gusta el fútbol, a pagar la mala gestión de esos clubs deportivos. Ante todo ello solo puedo añadir: ¡Bravo por los clubs de fútbol, vosotros sí que sabéis!   

No hay comentarios:

Publicar un comentario