Por eso el sistema judicial está pensado para ser duro con los roba-gallinas, como reconoció el presidente del Tribunal Supremo; y blando con defraudadores y corruptos, porque los herederos del dictador pueden ser ladrones de cuello blanco, pero nunca roba-gallinas.
Ello explica que el Estado olvide proteger a los ciudadanos honrados, quizá porque la honradez también les cae lejos a quienes nos gobiernan. El resultado es la inseguridad jurídica e, incluso, el miedo a salir a la calle.
Por eso, si te okupan el piso, te revientan la puerta y te cambian la cerradura, solo necesitan pedir una pizza para “demostrar” que viven a tu casa, ya que las autoridades le dan más valor a un recibo de comida a domicilio que a un contrato de alquiler o a un título de propiedad.
Has de buscar un lugar para vivir, poner una denuncia, gastar en abogados y esperar 3 o 4 años para que te devuelvan tu casa, pero no puedes dejar de pagar la luz, el gas i el agua o te puede denunciar el okupa, y también la hipoteca y el IBI o te demandará el banco y el ayuntamiento.Okupar sale gratis por considerarlo un derecho y no un delito, y porque afecta sobre todo a los ciudadanos corrientes, que hacen las cosas bien y cumplen con sus obligaciones, no a las clases dirigentes mejor protegidas
No defiendo el sistema de EEUU, donde cualquiera puede defender su casa a tiros, pero seguro que entre aquello y lo que pasa aquí, debe haber algún término medio, que valdría la pena explorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario