domingo, 10 de abril de 2016

Corporativismo político (castellano)

Alejandro Nieto tiene un libro titulado “La organización el desgobierno” que es una de esas joyas que ayudan a entender el mundo que nos rodea, en concreto los motivos por los que nada parece funcionar en la política española.
Su argumento es que de lo que nos ocurre no es por casualidad, incompetencia o mala suerte, sino porque en realidad el sistema está diseñado para que las cosas no funcionen y, en consecuencia, cumple perfectamente con el objetivo real para el que fue creado, aunque no sea el que los ciudadanos pensamos.
Digo esto porque, viendo cómo se presenta la nueva legislatura (si algún día despega), he llegado a la conclusión de que la enmienda constante de leyes no es por diferencia de proyectos de país sino por corporativismo político: elaboran malas leyes para tener algo que hacer en la siguiente legislatura.
Si no es así, ¿cómo se explica que el nuevo Congreso tenga en cartera cambiar normas como: la del aborto, la de educación, la de seguridad ciudadana, el Plan Hidrológico, la reforma laboral, las energías renovables, la equiparación de géneros o la conciliación de la vida personal y laboral?
Que alguien con sentido común haga una ley del aborto que permita a una niña de 16 años, que no puede tomarse una cerveza en el bar, abortar sin que lo sepan sus padres, no es un desliz, sino puro corporativismo político porque saben que quien venga detrás tendrá que enmendarla.
Hacer una ley de educación para adoctrinar a los niños y enseñarles lo mismo que hace 70 años, sin tener en cuenta que más del 60% de las actuales profesiones no existían entonces, no es incompetencia sino corporativismo político porque saben que habrá que adecuarla a la realidad.
¿El país con más sol de Europa sanciona las energías renovables porque Soria no sabe que lo derogaran en cuanto salga del ministerio? No, es puro corporativismo político. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario