sábado, 2 de abril de 2016

Perlas políticas (Castellano)

La política nacional no para de dejarnos perlas sobre su degradación galopante. Aún estoy impresionado por la interrupción del pleno de Cádiz por parte de una pareja, que acusaba a los políticos de corruptos y al alcalde de incumplir las promesas electorales, mientras añadía: ¿qué hay de lo nuestro, que para eso te votamos?

No me refiero a los dos jóvenes, cuyos problemas les impiden darse cuenta de que son esas mismas actitudes, de apoyo a cambio de prebendas, las que han causado la mayor parte de casos de corrupción que padecemos y las que nos ha traído hasta la actual crisis.

Hablo de los políticos, incluidos los demagogos de nuevo cuño, que no dudan en engañar a la ciudadanía, asegurando que pueden dar trabajo y vivienda a su antojo, como si fuera la solución a los problemas: dar y repartir, sin preocuparse de crear riqueza porque eso requiere esfuerzo y pedir esfuerzo no da votos.

Pero, ¿por qué hacen eso los políticos? Dos motivos me vienen a la cabeza. El primero es que mentir, engañar, difamar, robar o actuar contra el interés público sale casi gratis en este país, ya sea  por la mentalidad de súbditos resignados o de lazarillos envidiosos, y no de ciudadanos libres que exigen respeto.

El segundo es nuestra inmadurez política y económica que nos hace confundir a los políticos con los Reyes Magos, por eso les pedimos regalos individuales en vez de buena gestión de los servicios, oportunidades para todos y responsabilidades por su actuación.

Mi respeto más sincero a los que, como la pareja en cuestión, sufre duramente las consecuencias de la crisis, aunque confundan las maneras de resolverla; pero mi mayor repulsa hacia los políticos demagogos que se han aprovechado de la ingenuidad de la gente en beneficio propio, haciéndoles creer que se puede tener todo a cambio de nada porque alguien pagará o Dios proveerá.  

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