domingo, 3 de abril de 2016

Relativizar las noticias (castellano)

Me encuentro a mi amiga Josefina en un acto en el teatro Kursaal de Manresa. Somos compañeros de  profesión y amigos desde hace décadas, pero hacía tiempo que no la veía así que la pregunta es obligada: “¿cómo va todo?”

Su respuesta me deja helado: “estoy asustada porque todo está fatal”. Le pregunto qué ha ocurrido, si tienen a alguien cercano enfermo o aún peor. No, nada de eso, me responde, es que todo lo que sale en las noticias es negativo, sólo muertos y desgracias.

Le digo que hay que relativizar las noticias, a mí me sirve comparar las actuales con las de nuestra infancia: guerras en Vietnam, el sudeste asiático, Oriente Próximo y la mayor parte de África, golpes de estado fascistas en Chile, Argentina y Grecia, grupos revolucionarios en Latinoamérica, hambrunas extremas en Bangladesh, Etiopía y Somalia, etc. Los asesinatos estaban restringidos a El Caso y mis padres no me lo dejaban ver.

Ahora hay un accidente en Tombuctú y te enteras, tienes imágenes y hasta puedes escuchar a los afectados. Yo creía que eso era bueno, pero si asusta a la gente y la hace malvivir, quizá no lo sea tanto.

El cambio es muy claro en la información deportiva (que en este país quiere decir futbol). Antes era noticias el día antes del partido, el evento mismo y el lunes por la quiniela. Ahora retransmiten todos los entrenamientos, con su correspondiente rueda de prensa. ¿Seguro que eso es bueno? No lo sé, el lector debe decidirlo.

Dejo a mi amiga con sus cuitas y entro al Kursaal donde se celebra que AMPANS ha obtenido la certificación EFQM 500+, un reconocimiento a la excelencia empresarial que solo han logrado 65 entidades en toda España. Quizá no salgan en las noticias pero si miramos bien hay muchas cosas positivas que celebrar y motivos para sentirnos orgullosos de nuestro entorno.

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