Otro ha dicho que los tribunales catalanes no son fiables
para juzgar a los presos políticos, lo que ha enfadado a todos los juristas de
esta comunidad y ha liquidado la poca confianza que los catalanes tenían aún en
esta Justicia.
La Fiscalía no cree a los más de 1.000 heridos del 1-O, hecho
que cuestiona la profesionalidad de los sanitarios que les atendieron, y
tampoco al ministro Montoro y al presidente Rajoy cuando aseguran que no se
gastó dinero público en el 1-O.
Tampoco ve delito, ni siquiera de odio, ahora tan en boga, en
gritar “Mas, cámara de gas” o en amenazar al presidente Puigdemont con un
tanque del ejército, y suele pasar por alto las múltiples agresiones fascistas
que cada año hay en nuestras calles.
En cambio nosotros tenemos que creernos que ellos son
independientes cuando les nombran a dedo, más por sus ideas políticas que por
sus capacidades jurídicas. Y también, que son justos cuando dejan libres a los
miembros de La Manada después de haberlos condenados.
Quieren que nos creamos que acusan con mesura de rebelión y
sedición, aunque toda Europa piense que no existen tales delitos, y que son
ecuánimes cuando imputan a una independentista por tener un silbato amarillo y una
careta dentro de su casa.
¿Pero de donde sacan a esta gente? ¿De verdad esta es la
Justicia que tenemos? Pues lo van a pasar mal con el juicio a los presos
políticos, porque el mundo les juzgará a ellos, y cuando les vean de cerca será imprescindible
una limpieza a fondo.
ACUSO AL ESTADO DE HACER UNA FARSA CON EL JUICIO AL INDEPENDENTISMO
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
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