domingo, 23 de junio de 2019

Una llamada a los españoles de bien (castellano)


¡Menuda decepción de país! Pensamos que la Transición suponía el final del franquismo porque quisimos creer que hasta el mismo Estado estaba harto de ser la anomalía de Europa.

Ahora descubrimos que dejarnos votar era solo una treta para distraernos, mientras no cuestionáramos la monarquía ni el modelo de Estado.

Ha quedado claro que aquella constitución, hecha bajo chantaje militar, y la imposición de una corona que nadie quería, y que Suárez nos coló sin consultar, según reconoció ante Victoria Prego, fue la manera que tuvo el franquismo de perpetuarse.

El Estado sigue secuestrado por los cómplic
es del dictador, que dan las mismas respuestas de siempre: censura y represión a quién ose cuestionarles, y continúan mintiendo descaradamente, incluso cambiando la historia y reconociéndole jefe del Estado desde 1936.

Por eso no se ha hecho ningún juicio al franquismo, ni ha sido posible condenarlo en ninguna institución pública y, por no hacer, no se han retirado ni los títulos nobiliarios concedidos a los protagonistas de aquella gran traición a España.

La dictadura nombró 39 nobles por haber matado a más de medio millón de españoles y todos siguen con sus títulos y prebendas. Hay ducado de Franco por el asesinato de compatriotas y hay marquesado de Queipo de Llano por la violación de andaluzas.

Ningún español de bien puede querer ser cómplice de esa gente y de sus desmanes, por lo que no queda más remedio que exigir la restitución de la legalidad republicana.

Para los ciudadanos que amen a España el camino no puede ser otro que el marcado por los más de dos millones de catalanes, que buscan la independencia de un Estado que no renuncia de sus orígenes fascistas y sigue protegiendo y premiando a asesinos y violadores



ACUSO AL ESTADO POR LA FARSA DEL JUICIO AL INDEPENDENTISMO
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS


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