martes, 18 de febrero de 2020

Colectivo de Abogados Cristianos (castellano)


El Colectivo de Abogados Cristianos ha denunciado al actor Willy Toledo por blasfemar. Aunque lo parezca, no es un titular sacado de una crónica literaria del Siglo de Oro español, sino algo tan reciente que el juicio se celebró el 17 de febrero.

Lo más raro es que ese colectivo, preocupado por el buen nombre de Dios,  ha guardado silencio en temas como que se llevara a un asesino bajo palio, lo que debía ofender más a Dios que las palabras más o menos soeces de cualquiera.

Tampoco han dicho nada de exhumar los desaparecidos de las cunetas, muchos de ellos cristianos creyentes, y en cualquier caso hijos de Dios, pero que la Iglesia ha olvidado vergonzosamente.

Ni se han manifestado por los más de 30.000 niños robados, la mayoría en instituciones dependientes de la Iglesia, algo que seguro que ofende a Dios porque es tan grave que clama al cielo.  

No han protestado cada vez que la Iglesia ha protegido a un cura pederasta cambiándole de municipio, sin informar a las autoridades del delito cometido, y sin mostrar la más mínima compasión hacia la víctima, un niño inocente de pocos años.

Tampoco protestaron cuando vieron un crucifijo sobre la mesa de Juan Cotino, mientras se burlaba del dolor de los familiares de los 40 muertos en el Metro de Valencia, pero seguro que  a Dios le ofendió ver como se escondía detrás de símbolos religiosos. 

Si el Colectivo de Abogados Cristianos quiere hacer algo por la fe, podría practicar el perdón, y dejar que la gente diga lo que le venga en gana, que para eso Dios nos dio el don de la palabra y nos hizo el regalo de la libertad, no para que lo cuestione cualquier iluminado.




BASTA DE REPRESIÓN
AMNISTÍA PRESOS POLÍTICOS
AUTODETERMINACIÓN

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