jueves, 22 de abril de 2021

Aprender de la pandemia (castellano)

La única manera de que esta crisis, como cualquier otra, no sea un gran fracaso es aprender algo de ella. En ese sentido los científicos son envidiables porque la han asimilado al máximo y las vacunas son un buen ejemplo.

Pero los políticos no parecen haber aprendido nada, por más que la pandemia haya puesto sobre la mesa los peligros de paralizar la economía.

De nada sirve que pregonen la importancia de mantener el consumo, de garantizar la supervivencia de las empresas o de seguir generando riqueza, porque ellos continúan con sus ideas preconcebidas de antes de la Covid.

Un ejemplo es el querer retrasar la edad de jubilación, en vez de flexibilizarla para tener pensionistas sanos y con capacidad adquisitiva, que salgan y mantengan abiertos hoteles y restaurantes, después de comprobar que sin el Imserso agonizan lentamente.

Creen que las pensiones no se podrán pagar a largo plazo, así que si mantienen ese 50% de paro juvenil, muchos jóvenes no llegaran a cotizar nunca los años necesarios para tener una pensión y así les debe parecer que resuelven el problema.

Hay otras alternativas, por ejemplo, promover el cambio generacional en las empresas, que facilite la entrada de los jóvenes al mercado laboral, asegurándoles sueldos dignos que les permitan emanciparse.

Con unos pensionistas sanos y con poder adquisitivo, más unos jóvenes motivados, activos y bien pagados, se generaría riqueza y la economía despegaría, multiplicando la prosperidad de todos.

Pero hay que ser realista, todo eso está fuera del alcance de unos políticos mediocres y cobardes, que no piensa en el país sino en mantener su silla a base de peleas gallináceas, de vuelos cortos entre ramas cargadas de detritus.


BASTA DE REPRESIÓN

AMNISTÍA PRESOS POLÍTICOS

AUTODETERMINACIÓN

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