
Hay delitos que no deberían prescribir, como los crímenes
contra la humanidad y ¿acaso hay algo menos humano que quitarle un recién
nacido a una madre que acaba de parir?
Un asesinato se puede cometer en un segundo de perder la
cabeza, pero una red para robar bebés a sus padres y dárselos a otras personas,
supone la implicación de mucha gente: médicos, enfermeras, comadronas, administrativos,
monjas, curas, etc.
Además, para hacerlo durante décadas se requiere un buen soporte
institucional: registro de ingresos en la maternidad, certificados falsos de
defunción, registros falsos de entierro, partidas falsas de nacimiento,
registro civil, además del silencio de mucha gente.

En España, donde el fascismo nunca pidió perdón ni fue
juzgado, y sigue ocupando los entresijos del poder, no ha sido posible esa
visualización, y la sentencia absolutoria del Dr. Vela, junto a la condena de
prisión a la niña robada Ascensión López, deja claro que no están dispuestos a
importunar a tantas “personas de bien”.
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
VIVA LA REPÚBLICA
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