Con la actual política española tengo la sensación de un
“dejá vu”, de haberlo visto antes. Concretamente entre 1973 y 1975 cuando el
asesinato de Carrero Blanco dejó un régimen agonizante hasta su entierro
definitivo con la muerte del dictador.
Ahora ocurre lo mismo, el rey Felipe VI decidió, el 3-O,
hacerle el harakiri a la corona, al ponerse al lado de la represión contra los
catalanes, lo que acabó con el régimen del 78, que agoniza a la espera de que
muera definitivamente con su renuncia y exilio.
Ello no significa que el régim
en no sea peligroso, ni mucho
menos. Así como Franco asesinó hasta pocos meses antes de su muerte, ahora no
han dudado en movilizar a todas las cloacas del Estado, incluidas las de la
Justicia, para tratar de parar a la gente a base de escarmientos.
¿Se le perdonarán a Felipe VI indefinidamente los pecados
que se le perdonaron a su padre? Los líderes golpistas impulsores del 155 creen
que sí, que se podrá mantener a los españoles sin que opinen 40 años más,
porque así lo manda la Constitución.
Una Constitución que fue lo mínimo que permitieron los
militares, que amenazaban con un nuevo golpe de estado, y cuyo despliegue
pararon los propios militares el 23-F.
Hoy la monarquía está mal herida, pero no por Cataluña, sino
por las puñaladas que suponen la mala gestión de la vida privada de Juan Carlos
I, los negocios familiares, las declaraciones de Corina, las grabaciones de
Villarejo y la represión a los ciudadanos que quieren votar.
Han puesto bajo sospecha a 2’5 millones de catalanes, más 700
alcaldes imputados y han encarcelado al legítimo gobierno catalán. ¿Imputaran a
las universidades que hagan referéndums sobre la monarquía y a los municipios
que reprueben al rey? ¿Hasta cuándo?
VIVA LA REPÚBLICA
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario