miércoles, 9 de noviembre de 2022

Lo único que pedíamos

Cada día me sorprende este Estado que ha usado la guerra sucia, el espionaje y la represión en contra del independentismo catalán y, sin embargo, aún no se ha preguntado porque el  deseo de secesión ha pasado de un 2 % a más del  50 % de los catalanes.

Lo único que le pedíamos al Estado, después de la muerte del dictador, era poder hablar nuestra lengua y de nuevo vuelven a impedirlo, como hicieron siempre.

Lo único que le pedíamos era que no nos quitaran más del 8 % del PIB, teniendo en cuenta que un tercio de los niños catalanes están en riesgo de pobreza, y ahora ya nos quitan el 9’5 %. 

Lo único que pedíamos era proteger a nuestros ciudadanos de la miseria, pero nos han anulado todas las leyes autonómicas que pretendían reducir la pobreza.

Lo único que pedíamos era unas infraestructuras acordes con un país normal, pero la inversión en Cataluña no se cumple nunca.

Lo único que peíamos era que España recuperara la dignidad, desenterrando a los  desaparecidos y anulando las sentencias del franquismo, sin ningún resultado. 

Lo único que pedíamos a nuestros hermanos españoles era que, de una vez por todas, nos quitaran el pie del cuello, pero nos echaron del país con la sentencia del Estatut, que decía que para Cataluña no era constitucional lo que sí era para otras CCAA. 

Y cuando les preguntamos a los catalanes si querían seguir en un país que nos detesta y que nos ha echado literalmente, nos enviaron a 10.000 energúmenos, al grito de “a por ellos” para apalear a nuestras abuelas mientras iban a votar en zapatillas.

Como no han querido analizado nada de esto, creen que represión y las amenazas han acabado con el problema. No tienen remedio.


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