sábado, 23 de abril de 2022

Chile, un ejemplo a seguir (castellano)

En Chile quieren cambiar la Constitución que hizo Pinochet, por una nueva que no les recuerde al dictador asesino. Así es como recupera la dignidad un país. Sí señor, bravo por los chilenos.

Qué diferente de los españoles, aguantando un régimen ilegítimo, impuesto por un dictador mucho peor que Pinochet, manteniendo a su rey, a su aparato de estado, a sus jueces, a su policía, a su ejército, a sus parásitos…

Así nunca recuperaremos el país que nos robaron con la Gran Traición de 1936 y estaremos dándoles la espalda a los compatriotas de bien que, buscando un futuro mejor, votaron por una República de todos y lucharon por ella.

Si renunciamos a recuperar el país y nuestra dignidad, por lo menos deberíamos hacerlo por mejoras reales, como la libertad, la democracia o un futuro próspero, no por entelequias, como la bandera o la unidad de la patria, que nunca se han creído los que lo proclaman.

Mi padre fue a la mili en febrero de 1936 y los mismos que le obligaron a jurar que lucharía por la bandera, se alzaron a los pocos meses contra de todo lo que habían jurado defender. Y no lo hicieron por España sino para preservar sus propios intereses.

Además, cada vez que creen amenazada la “unidad de la patria” embisten como un Miura, pero en cambio adoran a los últimos que han roto esa unidad: Franco, con las provínicas de Sidi Ifni, Fernando Poo y Rio Muni; y Juan Carlos I, con el Sahara Occidental.

Les adoran porque ambos les han mantenido unos privilegios de los que gozan desde hace casi cinco siglos. Lo demás, incluidos estos conceptos patrióticos, les importa un bledo, solo los necesitan de coartada para engañar incautos mientras siguen expoliando el país.



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