domingo, 4 de octubre de 2020

Una Justicia desbocada (castellano)

La Justicia española adolece de muchos males pero siempre había tratado de mantener las apariencias, hasta ahora que se ha contagiado de esa prepotencia descarada que sufren los políticos que se creen que el puesto y hasta el país es suyo.

Cuando se llega a ese nivel de soberbia y descaro se deja de tener en cuenta las apariencias, porque creen que en su casa hacen lo que quieren, y entonces actúan sin miramientos, lo que pone en evidencia la necesidad de un cambio drástico.

No inhabilitaron a Felipe González por crear la banda terrorista GAL, que asesinó y secuestró decenas de personas. Tampoco a José Maria Aznar por mentir para meternos en una guerra ilegal, que provoco miles de muertos y la miseria de un pueblo.

Ni a Rodriguez Zapatero por negar una crisis económica que hizo que miles de familias fuesen a la ruina y pasaran hambre. Ni a Mariano Rajoy por mandar a 10.000 energúmenos uniformados a apalear anciana que solo pretendían votar.

Tampoco han inhabilitado al rey emérito que, según su propio hijo, ha estado cometiendo irregularidades durante años. Ni han condenado a Rodrigo Rato por engañar ancianos para que perdieran sus ahorros.

Pero han inhabilitado a Quim Torra por no descolgar una pancarta relativa a un derecho fundamental, reconocido en todo el mundo civilizado. Y todo ello promovido por un organismo administrativo, no judicial, sin competencia para condenar ni rango jerárquico superior a la presidencia de una Comunidad Autónoma.

La soberbia, la prepotencia, el odio y el deseo de reprimir de este estado hace que España no tenga solución y lo único que se puede hacer con ella es tenerla lo más lejos posible.

BASTA DE REPRESIÓN

AMNISTÍA PRESOS POLÍTICOS

AUTODETERMINACIÓN


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